martes, mayo 30, 2017

La Gatita Stella


Aún tengo muchas preguntas y solo una respuesta. Desde que mi pequeño Lucas se enfermó y después de su partida salgo a rezarle y platicar con mi pequeño antes de dormir. Aún lloro cuando lo recuerdo y me doy cuenta que ya no puedo abrazarlo ni besarlo.  Lucas ha sido el alma mas noble y dulce que me ha tocado conocer.

El día que mi pequeño Lucas partió ha sido el día mas triste de mi vida. Tal vez algún día cuente lo que sucedió. Solo sé que Lucas aún no se quería ir y luchó hasta su último aliento.

Al cumplirse un mes exacto de su partida estuve muy triste y llorando.  Esa noche salí a rezar a mi jardín antes de irme a dormir. Todo el día estuve rezando pidiendo a Dios que me diera una señal que mi pequeño estaba bien. No me gusta encender las luces del jardín para poder ver las estrellas ni asustar a los conejos silvestres que llegan a dormir.

Esa noche Frida salió al jardín y estuvo conmigo. Abracé a Frida y le volví a pedir a Dios que  me perdonara y cuidara mucho a Lucas y  le prometí nuevamente cuidar a mi esposa y su hermanita Frida. En ese momento vi una estrella fugaz. Yo siento que esa fue la señal por la que rogaba. Entré a la casa con lágrimas en los ojos y le platiqué a mi esposa lo que acababa de suceder. Nos abrazamos y le dimos gracias a Dios.

Ayer se cumplió otra semana de la partida de mi pequeño. Fue 29 de mayo y no trabajamos en los Estados Unidos por ser el Memorial Day. Todo el fin de semana le pedí mucho a Dios que regresara a Lucas aunque fuera por unos dias para poderlo abrazar y cuidar.

En la noche no tuve animos de ir a entrenar. Cenamos y salimos Frida y yo a rezar. Pasaban de las 11 de la noche. Estaba en eso cuando de repente escuché un pequeño maullido pero no le presté atención hasta que comenzó a escucharse mas cerca.

Entré a la casa para que mi esposa me ayudara a ver de dónde venía el maullido. Al principio pensamos que un gato se había subido a uno de los árboles que están atrás del muro que da a la avenida. Mi esposa alumbró con una lámpara los árboles y los maullidos se hicieron mas fuertes.

Salí en mi auto a darle una vuelta a la manzana pero no ví nada. Regresé y mi esposa se subió al auto. Al dar la vuelta mi esposa se bajó del auto en la parte de atrás de mi casa a alumbrar y vimos a un gatito que salió corriendo. Me adelanté y lo ví que se volvió a esconder entre el muro. Me bajé pero al tratar de atraparlo salió corriendo rumbo a la avenida pero en ese momento estaba pasando un auto que por fortuna alcanzó a frenar. El gato se asustó por las luces y regresó a tratar de esconderse entre el muro nuevamente. Me asusté mucho. En mi segundo intento por fin pude atraparlo y me subí con el gato al auto. En ese momento me dí cuenta que era una gatita bebé. Tan pronto llegamos a la casa volví a salir a buscar algo a la tienda que pudiera darle de comer mientras mi esposa entraba con ella a casa.

Su primera foto

Ya estás segura pequeñita


Esto encontré anoche

Su primera comida en casa

En la noche casi no pude dormir pensando lo que había sucedido. Aún sigo preguntándome, ¿de dónde salió la gatita? ¿A dónde está su mamá? ¿Qué hubiera pasado si no hubiera salido a rezar? Ya era muy tarde y en la avenida no hay peatones a esa hora. ¿Alguien lo abandonaría? ¿Tendrá hermanitos?

Hoy en la mañana mi esposa llevó a la gatita al veterinario. En general está bien de salud aunque baja de peso porque le encontraron un parásito pero le mandaron medicina para eliminarlo. Por las características y el estado de la gatita, la Doctora le dijo a mi esposa que había nacido en la calle. Era lo que necesitabamos saber decidir adoptarla. Mi esposa decidió llamarla Stella (Estrella).

Ya puede comer de lata. Tiene entre 7 y 8 semanas.
Tengo muchas preguntas y aún sigo extrañando con todas mis fuerzas a mi pequeño Lucas pero lo que si tengo seguro es que Stella ya es parte de mí familia y la vamos a cuidar.

¡Bienvenida pequeña Stella! ¡Esta es tu casa!