El domingo por la mañana me desperté muy temprano. No tuve problema alguno para organizarme. El hotel en el que nos quedabamos estaba a una cuadra de la estación del metro. Estaba muy emocionado porque parecía que iba a hacer un buen clima para correr.
Debo confesar que tenía una preocupación. En el instructivo del maratón decía que el número debía estar pegado enfrente de la camiseta. En cualquier otro lugar era motivo para descalificación. Me lo tomé muy en serio y lo cubría con mi bolsa.
No hice mucho tiempo para llegar a la Puerta de Brandenburgo. Ahi me tomé algunas fotografías y me despedí de mi esposa.
La entrada de los corredores está en un parque conocido como Tiergarten. Lo primero que se encuentra es la zona en la que los corredores se reunen con los familiares. Los letreros están marcados de acuerdo a las letras del alfabeto.
Mas adelante hay una zona donde hay un filtro en el que solo pueden pasar los corredores enseñando su número. Hasta ahi todo iba bien. Me encontré una fila corta para los baños y dije - ¡De aquí soy! -.
Me di cuenta que estaban repartiendo una especie de chalecos de plástico color azul para el frío y agarré uno.
Llevaba una bolsa con cosas que necesitaría después de la carrera. Ahi comenzó el único problema. Traté de seguir los señalamientos con el número de corredor. Llegué al lugar y al tratar de entregar mi bolsa me dijeron - No tienes la F en tu bib, no eres mujer. Este es solo para mujeres -. Y pensé - Obvio no. Si quiere le enseño y a las pruebas me remito. - Y le pregunté en donde me tocaba dejar mi bolsa. Había que regresar e ir en contra corriente para llegar en dirección a otra de las entradas.
Ahi te encargo unas señales mas decentes
Una vez entregada mi bolsa me fui hacia la zona de corrales. Había que pasar por medio de una zona arbolada. A pesar de los anuncios pidiendo respeto me tocó ver hombres y muchas mujeres que sin ningún recato ni pena se bajaban los shorts y procedían hacer lo que al menos yo prefiero hacer en privado. ¡Orale!. Ya no quise investigar y me fuí a mi corral.
No tuve problemas para entrar a mi corral. Ahi vuelven a revisar el número. El corral estaba prácticamente vacío cuando llegué.
La salida comienza en una avenida llamada "Strasse des 17, Juni". Tiene dos sentidos y en medio un camellón. Los corredores nos ubicamos en ambos lados de la avenida. Me senté en el camellón mientras comenzaba la carrera.
A los lados de corral hay voluntarios ofreciendo vasos con agua. Nada mas. Ni un platanito.
Me senté a ver los corredores que iban llegando mientras tomaba unas fotografías.
Los pacers llevan unos globos anarajados.
En la salida me pareció ver al Payaso Platanito preparándose para correr el maratón. Pensé - ¡Ah chinga! ¿Será? - pero luego me di cuenta que no era él. Solo pude tomarle una fotografía a sus tenis.
Estaba esperando escuchar el himno Alemán pero no fué así. En el sonido local comenzaron a presentar a los Elites. En su lugar pusieron lo que yo pienso era la versión alemana del Payaso de Rodeo porque todos se alocaron con las palmas.
Sin mayores preambulos comenzó el maratón. Así, sin decir agua va y el cielo se llenó de globos azules. Se vió muy padre.
Comenzamos a avanzar poco a poco a la linea de salida. Todos ordenados y sin empujarse. Este fue mi inicio del maratón.
Comencé a correr pero había muy poco espacio para avanzar.
Ya se me hizo costumbre que cuando comienza un maratón siempre se me ocurre que es necesario pasar nuevamente al baño. ¡Madres!. Estaba pensando a donde encontraría la próxima oportunidad para hacer una parada técnica cuando de repente escuché a @arebi que pasaba.
Berlin es un maratón sumamente plano. Mucho mas que el de Chicago.
Aqui hay una comparación de la altimetría de los tres Majors que he corrido.
A pesar de ser un maratón muy plano en casi toda la ruta hay mucha gente y es dificil pasar a otros corredores en algunas partes.
Las primeros 25 kilómetros los llevé sin ningún problema. Los puestos de abastecimiento estaban bien organizados.
En algunos puestos de abastecimiento tenían unicamente agua, pero había otros con Powerade, agua y té.
También hubo unas mesas con plátanos y manzanas. De aquí no tengo la mas mínima queja. Excelente organización.
Después del kilómetro 25km me sucedió algo que nunca había sentido. Hace tiempo dejé de usar mi sensor del ritmo cardiaco. Principalmente porque no lo encuentro y no he querido comprar otro. La verdad es que no lo he necesitado porque he podido reconocer mis latidos y respiración mientras voy corriendo.
Durante el maratón no estaba corriendo a un ritmo muy rápido y aún no me sentía fatigado. Estoy seguro que estaba bien hidratado. En eso estaba cuando de repente ¡Bum! ¡Bum! Sentí dos latidos del corazón muy fuertes y después un acelerón de corazón y una presión en el pecho. Sentí muy cabrón. Me asusté y comencé a caminar. Todo pasó muy rápido.
No me sentía mas cansado de lo normal a esta altura de un maratón. Mi gran fortuna fue que llegué muy pronto una mesa de abastecimiento. Me tomé unas Saltcaps por si fuera una baja en el potasio aunque no lo creo porque también había estado comiendo platanos y manzanas.
Aclaro que no fue por esto que se me aceleró el corazón
Afortunadamente en unos minutos pasó la sensación pero me dió miedo volver a correr a un ritmo moderado y decidí irme mucho mas despacio con tal de terminar la carrera.
Poco a poco comencé a agarrar mi ritmo cuando de repente escuché que alguien gritaba mi nombre. ¡Era mi esposa! Me había visto pero como pasé corriendo y no la ví, tuvo que alcanzarme. Me dió gusto verla y le platiqué lo que me había pasado. Me comí una dona y me tomé una coca-cola. ¡Me dieron el levantón que necesitaba!
Continuará...
La Marmota
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