martes, octubre 06, 2009


El día que casi cuelgo los tenis

Cuatro han sido las ocasiones que recuerdo haber visto a la famosa huesuda muy cerca de mí. Dos fueron en el mar; otra vez cuando me secuestraron, verídico y motivo de otro blog, pero la vez que estuve mas cerca de entregar el equipo al creador fue el dia que tuve una entrevista de trabajo. Precisamente de mi trabajo actual.

Todavía estaba viviendo en la Ciudad de México; después del secuestro estaba muy asustado y había tomado la decisión de irme a vivir a otra parte. Aunque profesionalmente me estaba yendo muy bien esa experiencia me orilló a buscar trabajo en un lugar mas seguro.

Puse mi "ridiculum" en linea y comencé a recibir llamadas de algunas compañias interesadas. Lo de costumbre, entrevistas por teléfono, enviar mas información, pregúntan cuánto pides, etc.

La compañia que más me interesó ofreció hacerme una entrevista en persona en las oficinas de uno de sus clientes, precisamente en donde estaría asignado. Ellos cubrirían con todos los gastos. Sonaba bien, no tenía nada que perder, y esto me permitiría conocer un lugar mas: Minneapolis, Minnesota.

No había escuchado nada antes de cómo era Minneapolis. Había tenido la oportunidad de viajar a diversos lugares de Estados Unidos, pero nunca al estado de Minnesota. Lo único que sabía de ese estado era la comparación de un compañero la Universidad, al que le decíamos Maclovio, que afirmaba que el vivía en MiNezota: Ciudad Nezahualcoyotl, México, nada que ver.

La entrevista se programó en enero, en pleno invierno. Me ofrecieron rentar un auto, pero por desgracia mi licencia se había vencido y para no variar, el Gobierno de México había cambiado su sistema de expedición de licencias para hacerlas mas seguras, tan seguras que nadie podía obtener una nueva. Tuve que conformarme con la solución de los taxis. Era mejor para mí, eso creí, porque no tenía experiencia con la nieve, cosa que se confirmaría mas adelante.

Llegue a Minnesota muy tarde, eran como las 11:30 PM cuando me registré en un hotel en un suburbio al noroeste de Minneapolis: Plymouth.

La mañana siguiente me vestí muy arreglado: traje, corbáta, camisa y zapatos de vestir. Me había llevado unos guantes de piel carisimos que había comprado en un viaje a Chicago, según para protegerme para el frio.

Salí del hotel a eso de las 8 AM. Debido a que había llegado muy tarde no me había dado oportunidad de conocer nada. Salgo y todo desierto...!! Había estado nevando. Ni un alma en la calle.

Mi hotel estaba situado a una orilla de un Freeway, recordé que había visto un Burger King al otro lado del Freeway. Crucé un puente y me fuí a desayunar. Mi cita no era sino hasta las 10 AM.

Estaba haciendo frio pero estaba soportable. Entré al restaurante y ordené, recuerdo que estaba una televisión con un programa de concursos de una ruleta de la suerte. Después de desayunar me puse a ver el mapa que traía para localizar en dónde estaba el lugar de mi entrevista. Vi que había "un dedo de distancia" entre el punto que estaba y mi destino. Eran como las 8:30 AM, tenía 1 hora y media para llegar y decidí emprender mi camino a pie para conocer. Lo sé, debí haber visto le escala del mapa.

Minneapolis parece un pueblo fantasma, sobretodo en invierno. En el downtown los edificios están interconectados por puentes elevados. Uno se estaciona en un edificio y puede saltar de edificio en edificio a través de esos puentes, todo con aire acondicionado, hasta llegar a su destino; muy parecido a los túneles de Toronto. No se ve a nadie en la calle, sólamente autos, ahora imaginense en un suburbio. Menos aún cuando la gente sabe términos como wind chill factor (sensación térmica), desconocido por mi hasta ese día.

Ahi voy, caminando a la orilla del freeway. Mencioné que no traía ropa térmica, ni chamarra, iba de traje y zapatos de vestir y mi única protección eran unos guantes de piel, para el frío no de nieve?. En aquellos dias los celulares no estaban tan difundidos como ahora, no tenía como comunicarme. No había nadie en muchos kilómetros a la redonda. Después de mas de 1 1/2 hora de estar caminando comencé a desesperarme. Me di cuenta que ya iba a llegar tarde a mi cita. Comencé a desorientarme. El frío había hecho que me deshidratara. No sabía en dónde estaba la derecha ni la izquierda. Cuándo por fin encontré a una persona le pregunté por el nombre de la calle y me dijo que iba en sentido contrario.

Segui caminando, mis extremidades comenzaron a entumirse y estaba muy mareado. Tenía una terrible hipotermia. Recuerdo que una vez saque el mapa de mi bolsa me quité los guantes porque comencé a tener mucho calor. Cayeron al piso y me dió flojera recogerlos, seguí caminando, lo único que quería es llegar a un lugar seguro. Se preguntarán, por qué no toco en alguna puerta para pedir ayuda. No había nada. Minnesota es conocido como el estado de los 11,000 lagos y le hace honor a su nombre. Es un hermoso lugar pero en ese momento no estaba cooperando.

Lo que se suponía ser una corta caminata para conocer el lugar se convirtió en mas de 3 horas bajo temperaturas bajo 0 oC  ya no hablemos del wind chill factor. Por fortuna no nevó, si no hubiera sido mi fin y hubiera terminado mis dias como una vil paleta de limón.

Qué paso cuando llegue a mi cita? Continuará...



MUSica: Mana / Se me olvidó otra vez

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