Todo por un chamoy
Mis sueños de ser un famoso escritor se desvanecieron un trágico día debido a un encuentro cercano con un chamoy.
Resulta que en la secundaria organizaron un concurso literario. Al primer lugar le iban a dar un premio y la posibilidad de representar a la escuela en el concurso interescolar.
No recuerdo cuál era el tema de la composición, pero lo mas seguro era que hubiese sido sobre un héroe patrio, la bandera o la inmortalidad del cangrejo, el tema no importaba pero era mi oportunidad de sacar a flote toda mi creatividad.
En aquellas épocas todavía no existía internet, las computadoras no eran personales ni mucho menos había procesadores de texto. Hice mi escrito como en los viejos tiempos: con pluma y papel.
Tuve horas de desvelo tratando de desentrañar aquellos secretos que sólo los grandes escritores conocen. No lo conseguí, pero en una semana estaba satisfecho de los resultados alcanzados.
Una amiga de la secundaría tenía una hermana, prima o conocida que era secretaria, de las antiguas que todavía usaban máquinas de escribir y cubrían sus errores con corrector líquido, se comprometió a pasar en limpio mi escrito. Con recelo le entregué el original esperando que no fuera pirateado o perdido.
En dos dias recibí el original y una copia en perfecto papel blanco tamaño carta de buen gramaje y a doble espacio. Se veía profesional y a la vez cursi. Estaba perfecto!
Como al día siguiente tenía que entregarlo decidí ir a sacar unas copias fotostáticas en la papelería. Me acompañaba mi hermana D, que para mas señales estaba degustando un riquisimo dulce de chamoy.
Al llegar a la papelería iba a sacar el dinero para pagar y le pedí que me detuviera un momento mi valioso escrito. Mi error. Cual no fue mi sorpresa al ver en cámara lenta como el contenido de la bolsa de chamoy se vaciaba sobre la primera página de mi obra. Madres! Era muy tarde para pedirle a alguien que corrigiera esa página. Tuve que limpiarla como pude y así se sacó la copia. Entregué como primera hoja una fotocopia con una gran mancha de chamoy.
El resultado? Segundo lugar. Definitivamente eso tuvo que ver en la decisión de los jueces. Los tres primeros lugares pudimos leer nuestras obras a toda la escuela una mañana durante una ceremonia a la bandera. Sigo convencido que mi escrito fue mejor que el primer lugar.
No tengo idea que sucedió con el primer lugar en las fases interescolares pero no se volvió a mencionar el tema. Lo que respecta a mí, todavía me gusta escribir pero no pienso entrar a ningún concurso ni mucho menos comer chamoy en mi vida.
Chale, todo por un pinche Chamoy...!
La Marmota
El que quiera que le entienda
lunes, febrero 22, 2010
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