Guachochi
Parte 2 de muchas
Este blog lo escribo esperando que alguien pueda resolver alguna duda como las que yo tuve acerca de la logística para inscribirse al Ultramaratón de los Cañones y lo relacionado con el viaje a Guachochi.
Tan pronto me enteré de esta carrera en Febrero, gracias a @LuzdeAgosto, me despertó un gran interés. Nunca había estado en Chihuahua y ni siquiera me imaginaba lo que sería la Sierra Madre. De la carrera únicamente tenía referencias por un video que rolaba en youtube con música de Coldplay (Viva la vida).
El primer problema fué investigar cómo podía inscribirme. El Municipio de Guachochi decidió organizar la carrera a partir de este año. Mi comunicación fue básicamente por medio de correos electrónicos. Tuve que pedirle a mi cuñada que hiciera el depósito bancario de $400 pesos para pagar la inscripción ya que vivo fuera de México. Ella escaneó la ficha de depósito y los organizadores me enviaron un formato por correo electrónico que tuve que enviar de vuelta. La única confirmación fue otro correo avisándome que ya estaba inscrito.
Una vez inscrito compré los boletos de avión. Afortunadamente hay vuelos directos de Dallas a Chihuahua capital. Yo quería rentar un auto para transladarme de ahí a Guachochi y hubiera sido lo mejor, pero mi esposa tuvo miedo por las noticias de inseguridad asi es que decidimos irnos en autobús. Hay dos lineas que van de Chihuahua a Guachochi: Los Ballezanos y Estrella Blanca. Yo viajé por los Estrella Blanca aunque mi error fué elegir la ruta larga por Creel. ¡Hice mas de 9 horas! La ruta por Parral es de poco mas de 6 horas, pero en auto particular son mas o menos 4 horas según gente que venía de Chihuahua. Los autobuses Ballezanos son polleros. La próxima vez que vaya voy a rentar un auto.
El siguiente problema fué buscar a dónde me iba a hospedar. Llegando a Chihuahua nos quedamos en un hotel de una cadena de USA que se suponía estaba cerca del aeropuerto: Best Western Cumbres Aeropuerto. ¡Nada que ver! Carísimo, chafa y en medio de la nada. No había en esa zona ningún restaurante, solo unos cuantos Fast Food. Afortunadamente estaba a menos de 1 km de la Central Camionera.
La primer sorpresa que me llevé fue con el cambio de horario. Chihuahua está una hora antes de del Centro de México y Dallas. Por fortuna me enteré antes de dormir el miércoles que llegué. El jueves salimos a Guachochi a las 6:30 AM. El boleto de camión lo había comprado con anterioridad por teléfono llamando al Centro de Reservaciones de Estrella Blanca y el pago lo hice con una tarjeta de crédito.
Lo más dificil del viaje fué conseguir hospedaje en Guachochi. Me encontré una página en Internet en donde venían teléfonos de varios hoteles pero algunos números no funcionaron. Tan pronto me inscribí llamé al hotel Cumbres y me hicieron una reservación. Mi error fué no llamar constantemente para confirmar. Una semana antes marqué y me dijeron que yo no tenía ninguna reservación porque nunca había hecho un depósito. ¡En la madre! Nunca me dijeron. Reservé en Febrero y me dijeron que en Mayo habían decidido cancelar reservaciones sin depósito. Para acabarla ya estaba todo lleno. Llamé a otros hoteles y lo mismo. ¡No hay derecho Chatos!. En el hotel Cumbres me dijeron que lo único que podían hacer por mi era reservarme la Suite pero el precio sería casi cuatro veces mas. ¿Hay Suites en Guachochi?.
Tuve que recurrir a la Alta Dirección de Lógistica y Eventos Especiales de mi casa, osea mi esposa, para que me ayudara a arreglar el problemón. Intentamos llamar a otro hotel pero el teléfono estaba desconectado. El segundo intento fue a un lugar llamado "El Mesón de Doña Lucha". Rinngggg.... Riiinnggg. ¿Bueno?. En dos o tres minutos ya teníamos lugar para quedarnos. Doña Lucha tiene en su casa cuartos que renta. Ella y toda la gente de su casa fueron muy amables. Si uno quiere le pueden hacer de comer con un costo adicional y está muy rico.
Doña Lucha fué enfermera y tiene permiso de partera. De hecho su casa tiene varios cuartos porque ahi fué una maternidad de la región. Ahora es casa de huéspedes. En cada uno de los cuartos nacieron muchos bebés.
Los otros dos hoteles que recuerdo que recibieron buenos comentarios son el Melina y Cumbres, aunque este último está en la entrada del pueblo y algo retirado de la meta. Bueno, ni tanto, pero en la madrugada de la carrera y después correr puede ser un inconveniente. Por lo general los taxistas son muy manchados estos días. Por ejemplo, al día siguiente a la carrera quise que mi esposa visitara el mirador de la Sinforosa y los precios variaban de $350 a $600 por el mismo viaje. ¡Pase usted a creer!
La mayoría de los corredores que no eran de la región venían del DF, Estado de México y Monterrey. Casi todos llegaron en autobuses de turismo y con un paquete que incluía hotel y transportación. Hubo algunos tours que también incluían viajes a regiones cercanas como Creel y a las Barrancas del Cobre. Yo creo que esa opción es la mejor para la gente que vive en México.
Vi muy pocos corredores extranjeros. Algunos Kenianos que venían solo a las carreras de 10 km y 21 km. El viernes recogimos los números y por el audio avisaron que había gente de Argentina, nunca los ví, pero hubo unos corredores con jerseys que atrás decía Cuba, serían como cinco. También anunciaron que había gente que venía de Texas, ¿quién sería?, y párale de contar. Hay un corredor de USA conocido como Caballo Blanco que vive en la región. El organiza los tours que traen la mayoría de los extranjeros. Este año Caballo Blanco no fué, por eso no hubo muchos corredores extranjeros. ¡De la que se perdieron!.
El jueves en la tarde salimos a conocer el pueblo y conocimos un lago en donde hay garzas. Guachochi quiere decir lugar de garzas. Estaba muy cansado del viaje y me dolía la espalda. Nos fuimos a dormir temprano.
El viernes en la mañana fuimos a conocer una cascada que está dentro del pueblo. Al subir vimos a una familia con gente que manejaba las tirolesas. Nos animamos a subir. El costo fue de $60 pesos por persona. Vale la pena. Ahi conocimos a Pablo que venía con su familia. El era otro corredor de 63K que venía de Chihuahua capital donde viven. Se ofreció a llevarnos en su coche a conocer la Sinforosa pero en la plática salió que la carrera sería el día siguiente. El pensaba que era el domingo y me entró la duda.
Este año hubo mucha confusión en cuanto a la organización debido a que la carrera principal, los ultras, eran originalmente el Domingo pero se cambiaron al sábado. Pablo pensaba inscribirse ese día y cuando llegamos le avisaron que ya no había lugares. No era el único esperando. Afortunadamente pudo conseguir un número de 100K aunque de antemano sabía que iba por 63K. La cosa era poder participar. La medalla era la misma. La confusion fue tal que hubo Rarámuris que viven en rancherias lejanas y que en años pasados han ganado premios que llegaron el mismo sábado ya iniciada la carrera pensando también que era el Domingo. No pudieron participar. Ojalá el próximo año mejoren este aspecto de comunicación. Los rarámuris no tienen Facebook.
La entrega de números se realizó en la plaza principal. Cuando llegué estaban apenas acomodándose. Tan pronto quitaron unas cajas de cartón que estaban enfrente de unas mesas me paré y pregunté si ahí era la entrega del número. Fuí el primero al que le entregaron el número y la camiseta. El número me recordó aquellos mapas media cartulina de la primaria. ¡Era gigantesco! Estaban plastificados, muy gruesos y no tenía hoyos para los pasadores. Me tocó el número 005. Me iban a dar el 001, pero el encargado de ahí les dijo a las edecanes que los dieran confirme a las listas de inscripción. ¡Chale!.
Comencé a ver a los Rarámuris que llegaban. Muy serios. No reían.
Después de recibir mi número me quedé un buen rato hasta que llegó la hora de comer. Era momento de cargar carbohidratos. Regresé justo para el inicio de la carrera de 10 km. Ahí encontré a Lili Figueroa y parte de su grupo de corredores que venían de Monterrey. Lili es la coach de un grupo muy grande. Llevaba un traje de mujer rarámuri con el que correría los 10 km.
Antes de iniciar la carrera fuí al área de periodistas. Mi cámara se había estropeado en la tirolesa y tuve que usar la de mi esposa. Tomé fotografias hasta casi el final de la carrera. Mientras se esperaba la llegada de los corredores de 10 km se realizaron las carreras de los niños. Comenzó a llover y me fuí a la casa de Doña Lucha.
Eran casi las 7 PM, hora de la cena de carbohidratos y junta técnica, había parado de llover. Uno de los hijos de la Señora Lucha nos hizo el favor de llevarnos en su camioneta. El lugar de la reunión estaba a la salida del pueblo, cerca del Hotel Cumbres. El hijo de doña Lucha se detuvo en el camino para darle un aventón a una pareja que también iba para allá. Ahi conocimos a Edgar y Adriana que venían de Toluca. Cenamos con ellos. Nos la pasamos muy bien con su compañia.
La cena consistió en Spaguetti, puré de papa, pan y té helado. Todo estuvo limpio. La inscripción incluía la cena.
Resultó que el hijo de doña Lucha era uno de los organizadores y fué el encargado de explicar la ruta y los puestos de abastecimiento. Todo fue muy rápido. Durante la carrera sus palabras fueron motivo de broma: "En los puestos de abastecimiento va a haber burritos, agua suficiente, electrolitos, fruta y dulces", pero no nos adelantemos. De lo único que me enteré era que debía seguir unos listones rojos.
Terminamos de cenar y nos regresamos a descansar. Casi no dormí, desperté antes de las 2 AM. Toda la noche estuvo lloviendo. Tenía muchos nervios. Nos habían pedido llegar a las 4 AM a la plaza para el registro de corredores. A las 3:30 AM me levanté por fin. Hasta ese momento no había ido ni siquiera el mirador para conocer la Sinforosa y no sabía lo que me esperaba...
Continuará...
La Marmota
viernes, julio 22, 2011
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3 comentarios:
Hola Sergio
Te felicito por la gran reseña del Ultramarathon, soy Jorge nos encontramos en la parte baja del cañon despues del susto del puente, cuando ya no teniamos agua, tengo unas fotos donde apareces ascendiendo por las Zetas, si me envias tu correo, o me dices como, te las mando.
Cuando llegue a la cascada Rosalinda, estabas arreglanmdo tu mochila, yo me segui para llegar al mirador antes de usar lamparas
Fue una gra experiencia haber compartido contigo parte de la carrera
Saludos
Por su puesto que me acuerdo! Fueron mis angeles alla abajo. Los recuerdo con mucho cariño y me gustaria volver a verlos ahora que vaya a Mexico para el maraton de la Cd de Mexico. Un fuerte abrazo y considerame un amigo incondicional.
Por su puesto que me acuerdo! Fueron mis angeles alla abajo. Los recuerdo con mucho cariño y me gustaria volver a verlos ahora que vaya a Mexico para el maraton de la Cd de Mexico. Un fuerte abrazo y considerame un amigo incondicional.
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