viernes, octubre 14, 2011

2011 Chicago Marathon - La Carrera


Cuando toda la tecnología falla

El domingo por la mañana desperté a las 4:50 AM. 10 minutos antes que mi despertador sonara. Me bañé, vestí y desayuné muy ligero. Estaba saliendo del hotel a eso de las 5:30 AM. Esperaba ver transporte público pero no fué así. Mi hotel quedaba como a 2 o 3 kilómetros de inicio de la carrera, así es que tuve que irme caminando.


Llegué a la zona de inicio del maratón a eso de las 6 AM. Todavía estaba oscuro.



Estuve buscando los baños por varios minutos. Preguntaba a las personas de información y me mandaban de un lado al otro. Los corrales estaban vacíos aún. Cuando por fin encontré los baños no había nada de gente. Espere como 2 minutos.



Estaba en la zona de corrales en una posición muy buena. Por desgracia la naturaleza me hizo visitar nuevamente los baños y las filas ya estaban largas. Al tratar de entrar a los corrales estos estaban llenos de corredores. Me tocó estar junto a los pacers de 4 horas.



 Después del Himno de los Estados Unidos, se dió la salida de los corredores. A diferencia del maratón de New York, la salida se da en una sola oleada. La avenida está muy ancha pero muy congestionada.  En un principio fué difícil maniobrar entre toda esa gente.




Las primeras millas fuí pegado al pacer de las 4 horas, pero de inmediato sentí lo que iba a ser la carrera. ¡Madres! Todavía no llevaba una milla y ya iba empapado de sudor. La humedad estaba muy alta.


En estas dos fotos me alcanzo a ver durante el inicio de la carrera


Decidí escuchar música en la carrera para distraerme del calor y humedad. El circuito es realmente muy plano pero eso tiene una desventaja. Solo se trabajan un grupo de músculos.

Iba siguiendo al pacer de 4 horas y aunque mi meta no era tratar de romper mi marca personal, quize seguirlo lo mas posible. El problema fué cuando la naturaleza me dió un aviso de que era momento de pasar a otra escala técnica. ¡Madres!. Traté de ignorarlo y así seguí por hasta por la milla 4. Yo iba viendo a los pacers de reojo y mi forma de reconocerlos era su palo con la marca de 4:00 horas. En una de esas veo al pacer hombre que se despega del grupo y comienza a correr mucho mas rápido. Yo lo segui pero ya no llevaba su señal. Me acerqué a preguntarle si todavía estaba haciendo 4 horas y su respuesta fue que se estaba adelantando para ir al baño. ¡Me lleva!. Afortunadamente estabamos cruzando por un parque cuando veo que varios corredores estaban regando los arbolitos. Debo confesar que tuve que hacerlo. ¡No había tiempo que perder!. Tache para mí.

Una vez terminado el numerito y mas tranquilo me reincorporé a la ruta. Quize ver cuánto tiempo había perdido y... ¡oh, no!. Mi reloj estaba bloqueado. Pasmado. Apendejado. En ese momento recordé una recomendación que había leído un día anterior en un blog. Hay que deshabilitar la función de "AUTO LAP". Resulta que los Garmin tienen un bug. Como el inicio del maratón de Chicago pasa abajo de varios puentes se pierde la señal de gps y se descalibra. Cuando llega el momento de marcar la vuelta el reloj simplemente se queda congelado. ¡Vale madres! ¿Cómo no les hice caso?. Hice un reset a mi reloj y le dí inicio al cronómetro. No borré los datos anteriores, solo reinicié el tiempo sobre la misma actividad. Para mi sorpresa al final de la carrera marcó exactamente 26.2 millas.

Para acabarla, mi cámara también tuvo fallas. La peor al final, pero por alguna razón en muchos de los videos el audio está distorsionado. Asi es que tuve que usar las herramientas de youtube para reemplazar el audio original.



Los puntos de abastecimiento estuvieron bien organizados y con suficientes líquidos. En algunos puntos los organizadores ofrecieron hielo, esponjas y algunas personas sacaron mangueras para refrescar a los corredores.



 Y así llegamos a la distancia de medio maratón. Con mucho calor y humedad. Y yo sudando la gota gorda.



En la milla 14 se suponía que iba a ver a mi esposa ya que ahí se encuentra el Consulado de México. Se suponía que iban a ver muchos Mexicanos apoyando en ese punto. La verdad no ví a muchos, pero tampoco a mi esposa. ¡Me lleva!. Según me cuenta el transporte era insuficiente.

Invariablemente un punto crítico para mí en un maratón está entre la milla 15 y la 18. Son los puntos en que sin falta me llega la misma pregunta a la mente: ¿Qué chingados hago aquí?. No es la pared, mi cuerpo aún tiene energía, es simplemente un estado mental.

El no haber visto a mi esposa me sumió en un punto bajo de la carrera y me costó trabajo salir.

El calor era insoportable a eso de la milla 18.5. Me estaba pegando mucho. Afortunadamente llevaba Salt Caps y me las estaba tomando. Estuve a punto de sentir un calambre pero me ayudaron.



No recuerdo exactamente en donde fué pero de repente reconocí una cara conocida. ¡Era mi esposa!. Me dió mucho gusto verla. Me llevaba una Coca Cola bien fría. Aunque ya no tomo refrescos, ese truco lo aprendí en las carreras Ultas. Eso me reanimó inmendiatamente.




El ver a mi esposa y ese refresco me dieron el impulso que necesitaba para terminar. Mi paso por China Town fue muy bueno. Había superado la pared.

Milla 22



Milla 23



Después de esto volvió a fallar la tecnología. Mi ipod se apagó. ¿Sería de la maldición de Steve Jobs?. Se le acabó la pila. ¿Cómo?. Si estaba cargado por completo. ¿Se descompuso?. ¡Vale madres! Tuve que dejar de escuchar música. Tal vez estuvo mejor. Después supe lo que pasó. Al momento de prenderlo se puso el pedometro por alguna razón. No estoy seguro si estando activado se gasta mas rápido la batería, pero tal vez estuvo activado desde que salí de mi casa en Dallas. Uffff.....

Ultima Milla



Aqui volvió a fallarme la tecnología. Puedo soportar que se me apague el ipod, que se graben sonidos raros en los videos, pero mi ilusión era grabar el final del maratón. Ya me había pasado en el Maratón de la Ciudad de México, se me había acabado la batería de la cámara. Ahora llevaba dos. Simplemente no se qué paso. En la última subida para dar vuelta a la izquierda para entrar a la meta la cámara se detuvo. Dejó de grabar. Yo iba muy concentrado, pasando gente, dando lo último que tenía, que no me dí cuenta cuando se detuvo. ¡Que tristeza!. Al cruzar la meta quize apagar la cámara y me dí cuenta que no estaba grabando. Era ya muy tarde. Fue un sabor agridulce. Feliz por haber completado la carrera pero triste por no haber grabado ese momento especial. En fin...

Estaba haciendo un calor el demonio. No entiendo por qué pedí una hoja de mylar. Eso hizo que me subiera mas la temperatura.

La salida estuvo bien organizada. Mi esposa me marcó por teléfono tan pronto recibió el mesaje que ya había cruzado la meta. Nos quedamos de ver en el hotel Congress y ya estaba esperándome con un sandwich y un smoothie los cuales disfruté con mucho gusto.


De ahi el problema fue encontrar transporte para regresar al hotel. El camión tardó en pasar.

Una aventura mas concluida pero después me enteré dos noticias. Por desgracia un hermano corredor perdió la vida a solo 500 yardas de la meta. En la última subida. Se desmayó y aunque llegaron médicos inmediatamente y lo llevaron al hospital, fue declarado muerto. Esa noticia me hizo sentir triste.

En la tarde me enteré de otro evento. He visto mujeres embarazadas correr maratones, pero en esta ocasión una mujer de mas de 9 meses de gestación completó el maratón de Chicago. Corrí medio maratón y la otra mitad la caminó ya con dolores de parto. Después de terminar el maratón fue transladara al hospital y en la noche nació su hijo. Ambos estaban bien. Hubo diversos comentarios, pero cada cabeza es un mundo. Estoy feliz porque esta historia acabó con bien.

Doy gracias a Dios por haberme permitido vivirla y llegar con bien. Va por tí mi LHN. ¡Te amo y extraño mucho!

La Marmota



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