Antes que nada debo disculparme por no haber concluido esta reseña antes. Lo que sucede es que la Alta Gerencia es decir, mi esposa, estuvo de viaje en España y tuve que hacerme cargo del barco. Tuve que cuidar las bestidas peludas de Frida y Lucas, hacerme cargo de todo lo relacionado con la casa, entrenar para el maratón de Chicago y en mis ratos libres, trabajar. ¡Mis respetos para los padres solteros!.
En mi entrega anterior les comenté que se me cayó el clip que sujeta mi cámara GoPro al arnés durante los empujones en los que todos los corredores querían estar lo mas adelante posible de la salida.
Todo listo
Arrancan
Ahi vamos
Fué una lástima porque no se grabó el inicio de la carrera. En esta ocasión corrimos el Zocalo en sentido contrario a las manecillas del reloj. Ver todos los edificios del zócalo y los fuegos pirotécnicos hicieron que se me emocionara mucho. De inmediato sentí la altura. Me faltaba aire. Decidí irme a un pace cómodo.
Hubo ahora algunos cambios en la ruta, sobretodo en la primera mitad. Sin embargo, el nuevo recorrido está mucho mejor porque pasamos por la mayoría de los edificios y monumentos mas importantes de la ciudad.
Mi esposa había quedado de verme en el metro Chapultepec, ¿cuál?. Nunca pasamos por ahí. Finalmente encontré a mi apoyo técnico en el Auditorio Nacional, a eso de la milla 9.3.
Enfrente del Auditorio Nacional
La parte sobre Chapultepec está muy pesada porque es adoquín osea una superficie muy dura y una pendiente larga de mas o menos 1 milla. La verdad sentía que se me salía el corazón. *pum* *pum*. Podía escuchar los latidos de mi corazón. Comencé a sentirme muy cansado. Entre la milla 15 y 16 decidí que había que hacer algo para terminar. Los geles no me estaban reanimando. Me encontré en el camino un OXXO y supe exáctamente lo que tenía que hacer. Me compré una Coca-Cola.
Le di dos tragos al refresco y dejé la botella sobre la acera por si alguien le interesaba. Eso me reanimó de inmediato. La subida de Avenida Revolución me la pase mucho mejor. En año pasado aquí me dió un calambre muy fuerte, decidí tomar dos cápsulas de SaltCaps. En alguna parte de esta avenida se acercó un corredor y me dió las gracias por la Coca-Cola. Me dió mucha risa. Esta avenida de verdad está muy pesada por lo largo de la pendiente. Aquí ya se comienzan a ver a muchos caminando.
En el metro San Pedro de los Pinos volví a ver a mi apoyo técnico. Ahí estaba mi esposa, cuñada y mis dos sobrinos. Volví a darle un trago a una Coca-Cola y les pedí que comenzaran a repartir unos dulces que habían comprado. No pude quedarme mucho.
Avenida Revolución
Mas adelanté cerca del Metro Mixcoac estaba esperándome el único amigo que se ha interesado en irme a apoyar. Mi amigo Julio. Le había pedido que se pusiera unos pants y unos tenis para que me acompañara unos kilómetros. Lo ví y me dió mucho gusto. Ahí estaba con su mamá como el año pasado. La saludé y comencé a correr con mi amigo. Yo iba ya muy cansado y no pude hablar mucho con él. Estabamos llegando a la milla 20. Al dar vuelta por Mixcoac pude por fin ver a mi familia.
El año pasado nada mas fué a verme mi papá, pero en está ocasión estaban dos de mis hermanos, mis sobrinos y mi tía. Me dió gran emoción. Ahí si me quedé unos minutos mas en lo que me rehidrataba y dejaba algunas cosas que había olvidado darle a mi apoyo técnico.
Mi familia y amigo Julio
Dejando cosas que me estorbaban
Seguí corriendo y me despedí de mi amigo Julio al entrar a Insurgente. Amigo, me dió mucho gusto que me acompañaras esos kilómetros.
Sobre Insurgentes hice lo posible por mantener mi pace, aunque mas lento, quería llevarmelo de corrido. Yo esperaba ver a mi apoyo técnico en el WTC pero no pudieron llegar por el tráfico y los cortes a la circulación. Nuevamente en algún otro punto de Insurgentes vi otro OXXO y decidí comprarme otra Coca-Cola. No le hago publicidad, pero la concentración de azúcar hace que se desapendeje hasta un muerto. Son carbohidratos rápidos.
Pude mantener un ritmo moderado hasta la Alameda en donde sentí un mareo cabrón. ¡Ay buey!. Me asusté y bajé mi ritmo un rato. Me distraje tweeteando y tomando videos en lo que avanzaba.
Esperaba ver a mi apoyo técnico al dar vuelta en 20 de Noviembre para que me dieran a mis sobrinos y entrar con ellos a la meta, pero tampoco estaban. Para acabarla la pila de mi cámara se acabó y no pude grabar el final. ¡Me lleva!. En mi sprint final sentí que de plano ya no podía. Llegué a la meta casi sin aire. ¡Pinche altura! En fin, en unos minutos pude reponerme y me sentí feliz de haber concluído una aventura mas con bien.
Llegando a la meta
La nueva ruta me gustó aún mas que la del año pasado. ¿Volvería a correr está carrera? ¡Por supuesto que sí! ¿El próximo año?. Tal vez no, hubo un par de cosas que me desilucionaron que no tiene que ver nada con la carrera en sí. En fin, uno ofrece la amistad y hay quieren la valoran y quienes no.
Lo mejor de todo fué después de la carrera. Subí a mi hotel. Me dió tiempo de dar me un delicioso baño. Abajo ya estaba esperando el auto y ya no tuve que caminar. Salimos del centro en unos minutos. No me arrepiento de haberme quedado ahí. ¡Al final todo salió perfecto!.
La Marmota
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