lunes, noviembre 09, 2009

Maratón de New York 2009
Parte 2: La Carrera

Tan pronto avisaron que era tiempo de moverse a nuestros corrales fui a dejar mi bolsa de corredor al camión de UPS. No tenía nada de valor pero quería comprobar que mis cosas serían transportadas sin problemas a la meta. Además me dió pena tirar la sudadera-casa-de-campaña que había comprado la jefa. Tal vez la necesitaría en la meta y efectivamente así fué.

No tenía idea en dónde estaba la salida. Yo estaba en la sección de los corredores color verde, asi es que como borrego fuí siguiendo a toda la gente. Mi corral era el "B". Tan pronto encontré la primera entrada me metí. Me dí cuenta que estaba en el corral F. Los corrales estaban únicamente divididos por un cordón detenido por dos voluntarios. Algunas personas que estaban assignados en corrales mas adelante comenzaron a saltarse las cuerdas y yo los seguí. Había baños portátiles en cada uno de los corrales, asi es que aproveche para visitar cada uno de ellos hasta que llegué al corral que me tocaba. Cuando nos detenían los voluntarios la excusa era: "voy al baño" y te dejaban pasar.

Llegó la hora de salida de la primera oleada y ni siquiera escuché el cañon. No me di cuenta cuando salieron. Solo cuando estaba muy cerca de la reja de entrada al area de salida vi a los primeros corredores subiendo al puente Verrazano.

Al abrirse la reja para ingresar al área de salida verifiqué como me sentía de la espalda. Sólamente tenía una leve molestia pero nada del otro mundo.

Me tocó estar a unos metros de la salida. El tiempo oficial cuenta a partir que el chip pasa por los sensores que están en el suelo aunque los relojes marcan el tiempo de la primera oleada, incluyendo en la meta.

El sonido local daba indicaciones, aunque en tres ocasiones nos recordó que estabamos en el centro del universo. Chalé, un poco exagerado...

Por fin sonó el cañon, de esos que hacen "pummm" y comenzó la canción New York, New York interpretada por Frank Sinatra. Al subirse a puente Verrazano-Narrows salimos de Staten Island.

Me tocó correr el puente Verrazano por la parte de abajo. Me hubiera gustado correrla por la parte de arriba pero ya será para otra ocasión. De todas maneras ver el agua a los lados en ese puente tan impresionante si te hace olvidar lo que viene. Como apenas están las piernas frescas no se siente la pendiente ni la bajada. Comencé corriendo a mi paso de medio maratón (8:40 min/milla). Me sentía muy bien y como no encontré a los lideres de grupo (pacers o rabbits) de 4 horas seguí corriendo al mismo paso hasta casi terminar el medio maratón.

En las primeras millas los grupos azules, anaranjados y verdes siguen rutas diferentes en Brooklyn, pero al llegar a la Fourth Ave todas se juntan. Esta fue la parte del maratón en que mejor me sentí. Toda la avenida es casi plana y hay mucha gente a los lados apoyando.

Al salir de la Forth Ave comienzan varias subidas y bajadas. Todavía están muy tranquilas. Mi tiempo de medio maratón fueron 2 horas. Todavía estaba en tiempo para terminar en 4 horas. A partir de ahí comenzó lo mas dificil. El medio maratón se cumple justo antes del puente Pulanski, que está muy inclinado. Algo que me llamó la atención fue que había sensores a la entrada y salida del puente. Poco antes de subir el puente un corredor de nuestro grupo gritó: "Relajense, este puente esta pesado". Efectivamente, sentí mi ritmo cardiaco incrementarse mientras lo subía. Al otro lado del puente entramos a Queens.

Entre la milla 13 y 14 encontré por fin al grupo de 4 horas. Y estaba decidido a seguirlos a como diera lugar. Mi grave error - y que me costó muchos minutos al final - fue saltarme los abastecimientos de agua de las millas 14 y 15. Justo antes de subir el puente Queensboro y entrar a Manhattan. Este es el peor de todos los puentes.

El puente Queensboro es muy largo e inclinado. Tiene sensores al inicio, final y mitad. Además está cuidado por varios oficiales del maratón apostados a lo largo del puente.

Este es un puente famoso en el maratón porque desde arriba se escuchan los gritos de medio millón de personas que se congregan a la entrada de Manhattan para recibir a los corredores.

Bajando del puente comencé a sentir sed, muy tarde, ya estaba deshidratado. De ahí en adelante mi velocidad disminuyó considerablemente.

Al entrar a Manhattan se corre por la First Avenue. Esta fue la primera vez que sentí que tal vez no podría terminar la carrera. Aparte de la deshidratación que estaba atacando rompí esa mañana la primera regla dorada de una competencia: No trates nada nuevo.

Resulta que el día anterior estuve buscando BodyGlide que no es otra cosa mas que grasa en forma de desodorante que se aplica estratégicamente en esas áreas expuestas a rozaduras. Es similar a la Vaselina, que también se puede usar, pero no te deja la sensación pegosteosa.

Yo llevaba un BodyGlide grande que había usado en carreras anteriores pero no sabía cuánto me quedaba. En la expo no encontré BodyGlide y compré un producto nuevo: ASICS Chafe Free. No lo compren, es una porquería que no sirve.

Usé el BodyGlide en mis pies y pezones, pero utilicé el producto nuevo en mi entrepierna, ahi donde las arañas hacen su nido... Grave error! Para cuando comencé a correr en la First Ave. me sentí como bebé con pañal mojado por varios dias y sin cambiar. Andaba "Rosado de la Colina". Mamás! Creame, no se siente nada agradable. Cambienle los pañales a sus chamacos.

La First Ave es una avenida recta como la moral de un sacerdote, larga como la cuaresma y pronunciada como la cuesta de enero. Ahi tuve que lidear con la deshidratación y rozadura.

Algo chistoso de las zonas de abastecimiento era los cientos de vasos de papel, gatorade y agua que estaban regados en el suelo. Cuando cruzabamos por esas zonas los tenis se pegaban al piso y había que aplicar mas fuerza para separarlos. Era como caminar sobre miel.

Al salir de Manhattan se toma el puente Willis Ave. para entrar al famoso Bronx. Este puente esta mas o menos tranquilo. Aunque para ese entonces las piernas ya piden esquina. Como la base del puente es metálica, a diferencia de los demás, esta vez lo forraron con una especie de hule. Mis piernas lo agradecieron porque la superficie era muy suave.

Una vez en el Bronx pude por fin encontrar una estación médica en la que había una persona con un bote de vaselina. Ah que bien se sintió! En otras circuntancias me hubiera detenido la policia por meter la mano entre mis shorts para aplicarme abundante vaselina en medio de la calle. Justo a tiempo porque ya no podía aguantar mas. Aqui crucé la milla 20.

Ahi me agarró mi segundo aire. El ambiente en el Bronx estuvo muy animado. Volví a disfrutar los gritos de la gente. Al salir del Bronx tomé el puente Madison Ave. para entrar nuevamente a Manhattan por la Fifth Ave y cruzar la milla 21.

La entrada por la Fifth Ave a un lado de Central Park es un camino muy inclinado. Ahi ya vi mucha gente caminando. Yo seguía con mi segundo aire cuando de repente... oh oh!! Sentí una contractura (cramp) muy fuerte en los músculos gemelos (Gastrocnemius) de mi pierna derecha. Ay cabrón! Que pinche se siente! Mi pierna simplemente dejó de responder. Comencé a caminar con dolor. La deshidratación era mas seria de lo que pensaba. Ni el Gatorade ni mis GUs me estaban ayudando a recuperar los electrolitos perdidos. Nunca antes me había pasado esto en una carrera.

Por fortuna llegue a una estación de abastecimiento y me tome dos vasos de Gatorade y un GU. Esto me reanimo y me agarró mi tercer aire. Y subí el resto de la Fifth Ave sin problemas. Todavía me sentí con fuerzas para darle animos a Guillermo. Un corredor que casi iba siendo cargado por su compañero. Supe como se llamaba porque tenía su nombre escrito en la parte de atrás de su camiseta. Se veía que tenía problemas.

Mi idea era correr las últimas tres millas con todo lo que tenía. Tuve que reajustar mi estrategia porque corría el serio riesgo de no terminar la carrera. Las continuas subidas y bajadas dentro de Central Park son muy dificiles. Los músculos de las piernas duelen mucho. Aqui volví a a sufrir otra crisis. Estaba enfrentándome a la "pared". Comencé a hacer la cuenta regresiva de las millas que faltaban, pero por alguna razón la distancia parecia mas larga de recorrer.

Al salir de Central Park se toma la avenida Central Park South. Ahi comencé ver los anuncios de te faltan... Esta avenida esta plana pero cuando se entra nuevamente a Central Park había una pendiente rumbo a la meta. Traté de hacer mi sprint final pero volví a tener una contractura en la pierna y comencé a correr cojeando unos 500 metros antes de la meta. Había una pequeña curva y todavía no veía la llegada. Ahí pasó lo que menos me esperaba: Juro que iba como el Pirata Morgan y su pata de palo corriendo lo último que podía cuando de repente sentí dos palmadas en mi espalda de una corredora joven que me dijo: "Vamos, tu puedes, ya casi". Sentí como si me hubieran inyectado adrenalina pura y dejé de sentir el dolor de la contractura. O tal vez me valió madres... El caso es pude subir con todo los últimos metros. Todavía pase a la corredora que me había apoyado y le di las gracias. Crucé la meta como había planeado... Corriendo... como comencé. Mi tiempo oficial fue: 4:27:36. Por mucho ha sido el maratón mas complicado que he corrido pero el mas interesante.

Aquellos que me han preguntado en cuál lugar quedé pueden consultar esa información en esta página. En un maratón no se compite contra otras personas sino contra uno mismo. El lugar no es relevante.

Un día para recordar toda la vida. Cumplí con mi promesa...

La Marmota



Referencia: Ruta del maratón de New York

MUSica: Mariposa Traicionera / Mana

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