sábado, noviembre 21, 2009

Nunca digas nunca

Me he tenido que comer mis palabras; habia dicho que nunca iba a inscribirme a un gimnasio. La percepción que tengo de un gimnasio es un lugar en donde van mamucos con ganas de lucirse. Aunque sigo pensando que es así, tuve que ir con la cola entre las patas a incribirme con tal de poder seguir nadando durante el invierno y mientras me recupero de mi lesión.

Mi pierna está recuperada un 65% por ciento. Mi doctor me recetó anti-inflamatorios mas poderosos y dijó que seguramente iba a estar bien en una semana. Ya terminé la primera medicina, la más potente. He tenido un avance pero no el que hubiera esperado. El lunes voy a hacer una cita para que me inyecte un anti-inflamatorio directamente en la pierna. Me dijo que me podría doler mucho si la aguja pinchaba un nervio. No me importa. Ya quiero estar bien.

Ayer salí a correr un poco. En la mañana había amanecido con una tormenta eléctrica. Tuve que esperarme para la tarde. Al llegar me cambié rapidamente y al salir...Madres! Otra vez! Estaba comenzando a llover. Me valió madres! Nada podría interponerse otra vez entre el camino y yo, así que salí a correr. Al principio comencé corriendo muy lento, temeroso y cuidando cada paso que daba, aunque poco a poco incrementé mi velocidad sin llegar a correr muy rápido. Por un momento volví a sentir esa sensación dificil de describir en la que el cerebro de desconecta de la realidad y se siente tan bien. Así pude correr por 3.5 millas en medio de la lluvia cuando de repente me encontré con tres perros grandes sin cadena que comenzaron a correr en mi dirección. El dueño comenzó a gritarme que no me asustara, que no me iban a hacer nada. No quise investigar y aceleré mi paso pero aún así me alcanzaron. El animal trató de controlar a sus perros; cuando lo logró le reclamé por qué los había sacado sin cadena y su respuesta fué que no había pensado que alguien iba a estar corriendo en medio de la lluvia. Como si hubiera sido mi culpa. Después del incidente la pierna me comenzó a doler un poco y decidí regresar caminando a mi casa.

Hoy fue la primera vez que fui al gimnasio. Para estrenarme perdí mi llave del locker y me querían cobrar $40 para abrirlo. Afortunadamente pudimos encontrar la llave después de un rato. Estuve un rato en bicicleta estacionaria y nadé un poco; aunque me di cuenta que mi capacidad aeróbica valió madres después de 3 semanas de inactividad. Habrá que volver a comenzar.

Quedan tres semanas para el White Rock Marathon. No sé si podré correrlo aunque todavía estoy esperanzado. Aún así, mi objetivo será terminarlo; ya no me interesa romper ninguna marca personal. Este fin de semana me tocaban correr 20 millas, mi última carrera larga antes del maratón. Ahora voy contra reloj.

En eso estoy...

La Marmota

MUSica: And I love her (Y la amo) / Los Xochimilcas

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