jueves, enero 14, 2010

No corras rápido, no corras rápido... bueno, no aún.

Me lleva! Ayer salí a correr. El clima era el ideal. Volví a desconectarme de la realidad mientras un ligero viento me golpeaba la cara. Es una sensación de bienestar que se alcanza cuando llegas a un paso de carrera moderadamente rápido sin llegar a perder tu ritmo de respiración. Tal vez comparable casi con la muerte chiquita, nada mas que esta puede durar mucho más tiempo.

Corri 6.3 millas en 1 hora. Mas o menos lo que corría antes de mi lesión. Estaba feliz!

Cuando terminé de correr y di el primer paso! Ay buey! Otra vez! Pinche dolor!

No perdí tiempo e hice ejercicios de estiramiento lo mejor que pude. También estuve poniéndome hielo. En un par de horas ya me sentía mejor.

Ahora si, ya no entiendo. Dejar de correr? Jamás! He estado leyendo sobre un procedimiento de ultrasonido para acelerar la regeneración de tendones y músculos. Hoy mismo voy a hacer una cita con un Doctor o Terapista Físico.

Ni modo, no hay de otra mas que tener paciencia.

La Marmota

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