De puro churro
"Omnia illa et ante fiebant, omnia illa et rursus fient. Ita dicimus omnes."
Battlestar Galactica
El otro día estaba recordando el primero de los tres viajes que he hecho a Washington, DC. Lo hice cuando todavía vivía en México. Había ido a tomar un curso. Cuando conocí la ciudad me imaginé lo que Hari Seldon sintió cuando llegó a Trántor, en uno de mis libros favoritos: La Fundación de la trilogía de Issac Asimov.
Los museos no tienen abuela, los monumentos y edificios que se encuentran a los largo del Mall valen mucho la pena conocerlos: El capitolio, los museos Smithsonianos, el obelisco a Washington y el monumento de Abraham Lincoln. Mi favorito es el Museo Nacional de aeronáutica y el espacio. Algo que no podré olvidar es la primera vez que vi el famoso avión B-29 conocido como Enola Gay. Lo acaban de restaurar y estaba siendo exhibido en este edificio antes de llevarlo al edificio #2 cerca del aeropuerto. Mientras veía el avión sentí una vibra muy fea.
El Enola Gay es ni mas ni menos que el avión que soltó por primera vez una bomba atómica conocida como "Little Boy" sobre la ciudad de Hiroshima.
Me conmovió sobremanera un grupo de turistas Japoneses que estaban también en la misma sala sin poder contener el llanto. Así, a moco tendido. No me puedo imaginar el horror que pudo haber sido.
No pude, me sentí muy mal y salí lo mas pronto posible de esa sala. De ahí en fuera, lo demás no tiene madre, sobretodo la sección del espacio.
Al día siguiente me pasó algo que no tenía planeado. Había salido a comer en un intermedio del curso y vi una fila muy larga, no tenía idea que era pero la fui siguiendo. Llegué al final de la fila y sin mas me formé. Justo atrás de mi se plantó un oficial de parques y jardines y me dijo "Tu eres el último". Seguía sin caer en la cuenta para que era esa fila, no traía mi tortibono, asi es que si hubiera sido para las tortillas nada mas me hubiera formado de puro buey.
Pronto caí en la cuenta: Era para entrar a la casa blanca. Mucha gente trataba de formarse y el oficial nada mas les decía "Nel, no mas". Algunos comenzaron decirle que al otro día se regresaban a su país, otros que habían ido al baño, pero nada hacía conmover al adusto oficial. Comenzaron los insultos de unos franceses: "Por eso nos los quieren...", etc. Hasta que llego un agente del servicio secreto a poner orden y se plantó justo detrás de mi.
Tardé un rato en llegar a una de las entradas de visitantes, ya sabes, nada de celulares ni fotos, etc. Como era el último del día me tocó visitar la Casa Blanca practicamente solo. Solo detrás de mi venían varios agentes del servicio secreto que iban cerrando las puertas tan pronto dejaba cada uno de los salones. Chale! Me sentía con si trajera mis guarros. Eso sí, se portaron muy buena onda, nada de "apúrale" o "muévete buey".
Salí por la puerta principal, la que sale en los noticieros y ahi me pude tomar una foto con una cámara desechable.
Me dió gusto conocer este edificio emblemático por dentro sobretodo porque fue de una manera inesperada.
Y el curso? Me lo volé esa tarde... pero valió la pena.
La Marmota
"Todo esto ha pasado antes, todo esto volverá a pasar. Que así sea".
אָמֵן
miércoles, febrero 03, 2010
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