Mi viejo

Hoy es cumpleaños de mi papá. Cumple 79 años! Ay buey...

Este día me gustaría estar cerca de él para darle un fuerte abrazo. Es una lástima que mis hermanitos no sepan valorarlo. Ojalá que cuando se den cuenta no sea demasiado tarde.

Tengo pocos recuerdos de él durante mi niñez. Se la pasaba trabajando prácticamente todo el día para mantener a tanta prole y allegados. Eramos muchos! Que muchos...! Eramos un chingo!

Mi padre tuvo que trabajar desde niño para ayudarle a mi abuela. Eran muy pobres. Ser madre soltera en los años 30s en México condenaba a que toda la familia le diera la espalda y al abandono. Afortunadamente durante su juventud tuvo ayuda de gente muy buena que le ayudó a estudiar mientras trabajaba. Miles son las anéctodas que me ha contado una y otra vez, pero nunca me canso de escucharlas. De él aprendí a trabajar y escuchar música, sobretodo boleros y danzón. Algo que nunca aprendí fué a bailar para lo cual mi papá se pintaba solo.

Lo que mas me sorprende es escucharlo y ver su cara de amor cuando se refiere de mi madre después de 33 años que la vimos partir después de una terrible enfermedad. No dudo que tuvo sus quereres después de tanto tiempo, pero estoy seguro que ninguna mujer ha logrado llenar ese espacio que mi madre tuvo y tiene.

En fin, hay muchas cosas que debo agradecer a mi viejo. Para comenzar, mi propia vida. Solo espero que Dios me lo conserve por muchos años mas. Todavía tengo mucho que aprender de él.

La Marmota

כַּבֵּד אֶת־אָבִיךָ וְאֶת־אִמֶּךָ לְמַעַן יַאֲרִכוּן יָמֶיךָ עַל הָאֲדָמָה

אֲשֶׁר־יְהוָה אֱלֹהֶיךָ נֹתֵן לָךְ׃ ס

Éxodo 20:12

אָמֵן