martes, mayo 25, 2010

Mi primera chamba (después de salir de la escuela)

Estaba acordándome el otro día de las peripecias que tuve cuando estaba buscando mi primer trabajo.

Acababamos de salir de la escuela y aunque había tenido la oportunidad de aprender muchas cosas me encontré con la disyuntiva entre estudiar algo mas o tener que comer. Mi beca se había terminado y no me quedaba de otra.

En aquella época había una estúpida campaña de desprestigio contra la UNAM y el IPN. Inclusive en algunos anuncios de empleos especificaban que los que hubieramos estudiado alguna de estas escuelas nos abstuvieramos de presentarnos. ¡Chale! Por una parte debido a la dos largas huelgas organizadas por el CGH que me tocaron durante mi etapa de escolapio, pero yo mas bien creo que las Universidades privadas estaban detrás de esta campaña para su beneficio. Los chavos de la Ibero y el Tec estaban considerados como poco menos que paridos por la Virgencita de GuadalupeN.

En fin, estuve rodando con mi ridiculum por varias compañias y nada. Fui a unas escuelas patitos para dar clases de computación. Hasta hice exámenes en un banco (que ya no existe) pero me han de haber tronado en los psicométricos. No encontraba nada.

Un día la Jefa llegó con un papel escrito a mano que alguien había puesto en una de las mamparas de la Facultad de Ingeniería. Estaba escrito con patas de araña dignas de haber reprobado palitos y bolitas #1. Había que presentarse al día siguiente para hacer un exámen de conocimientos de UNIX por el Monumento a la Revolución. El papel estaba tan feo que me dió desconfianza. En próximos dias les platico por qué.

Sólo recuerdo partes de ese día del exámen. Al llegar al edificio me enteré que eran las oficinas del Inútil Solicitar Servicio, Solo Trámitamos Entierros (ISSSTE) y después nos referimos simplemente como al CHISTE. Era la Dirección de Finanzas. En aquel papel no decía en donde estaban contratando. Cuando llegué algunos candidatos ya habían comenzado a hacer el exámen. Casi todos los aspirantes eran de la Facultad. Tan pronto me vieron entrar algunos pusieron una carota de ¡ya viene este buey!. Terminé el exámen, platiqué con las personas que estaban aplicándolo y al otro día ya tenía chamba. ¡Chido One!.

Ahi vino lo bueno, el día que me presenté, mi primer día de trabajo, mi jefe me recibió y me dió un manual y me dijo: Esto es lo que vas a hacer, póntelo a leer. Guacala de perro. No tenía ni la mas remota idea que era Informix. No volví a hablar con él.

A los pocos días mi jefe y otras personas renunciaron en bola para irse a un conocido banco a trabajar. El anterior jefe del área se había ido unos meses antes y los estaba llamando.

Se me prendió el foco y como ya tenía mas o menos dominado el changarro. Me presenté en la oficina del jefe de toda el área, y aunque solo tenía pocos días que me conocía le dije: - Me interesa ese puesto -. En aquel entonces yo tendría unos 23 años y la mayoría de los que tenían ese nivel estaban arriba de los 30s mas bien pegados a los 40s. Además no tenía ninguna experiencia con manejo de personal.

Estuvieron entrevistando a varias personas pero al mes de haber entrado a trabajar estaba tomando posesión de mi nuevo puesto.

Pasé momentos muy padres en ese lugar y aprendí mucho, sobretodo de como no se deben de hacer las cosas. Duré en ese trabajo dos años. Hasta que encontré otra oportunidad en el trabajo que me terminó de preparar para lo que me esperaba después y en donde estoy ahora.

La Marmota

Foto: Letrerias - Flickr Creative Commons License

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