martes, noviembre 16, 2010

2010 Fort Worth Marathon

Sé que había prometido escribir mis experiencias en el maratón de New York, pero estos dos dias fueron muy pesados en mi trabajo. Además mi esposa no me ha terminado de pasar las fotografías que ella tomó con su camara, así que no he podido seleccionar las mejores fotos para mi blog. Espero poder copiarlas el día de hoy.

El jueves pasado decidí inscribirme al maratón de Fort Worth. No lo había hecho antes porque no sabía como iba a terminar después de New York. Estaba temeroso a lastimarme como el año pasado que por buey comencé a correr dos días después y me lesioné la banda iliotibial (ITB). Esto me mantuvo varios meses y tres maratones corriendo con dolor. No le recomiendo a nadie que lo intente.

El día comenzó perfecto. Excelente clima para correr un maratón, alrededor de los 6 oC. Llegamos al lugar de la carrera sin problemas. Fuí a recoger mi número y chip. Faltaba menos de media hora para la hora de salida. Pasé al baño y ahi comenzó mi desgracia...

La carrera comienza y termina al lado de un campo de baseball. El estadio estaba abierto para los corredores, así como los baños. Sin pasar mucho a detalles, ya todo mundo sabe lo que sucede en un baño, entre a una casilla del baño de hombres. Al tratar de salir, crack... que me quedo con todo y manija. ¡Me lleva, solo esto me pasa a mí!. En el intento me corté la mano. ¡Vale queso!. Como estaba haciendo mucho ruido tratando de abrir la puertecilla y ya tenía público tuve que deslizarme por la parte de abajo. Pecho a tierra. ¡Que oso!.

Al salir estaba a punto de iniciar la carrera. Faltaban 5 minutos. Ahi me encontré a Jeremy y Suann. Jeremy es un corredor de ultras que acabo de conocer. Me contó que es la segunda vez que corría un maratón porque el suele correr mas de 50 millas. Lo conocí la vez que participé en el maratón de Tyler, uno de los maratones mas dificiles que he corrido. El lo terminó en menos de 3.5 horas y el fin de semana siguiente corrió un ultra de 100 millas. Nuestra primera carrera fue precisamente Dallas White Rock marathon de 2008. El corrió el medio maratón, y yo el completo.

Jeremy se ofreció a servir de pacer de 4:00 a Suann. Yo les pregunté si podía seguirlos al menos medio maratón. Después de haber corrido NY una semana anterior era muy ambicioso no solo romper mi mejor tiempo de la temporada (4:21), sino mi actual récord personal (4:03) y aún mas bajar de las 4:00 horas. Me habían contado que era posible porque FWM es muy plano así que me dije ¿por qué no?.

Comenzó la carrera llegamos a la milla 1 y encontramos la primera estación de abastecimiento. Luego otra en la milla 2. Suann comentó que el año pasado habían tenido mesas con líquidos cada milla. Pensé que iba a ser un maratón fabuloso. Ya ni en NY están tan seguidas.

Llegamos a la milla 3, nada... 4, menos... 5, hay algo raro, 6, 7, 8, ¡ah chinga!, ¿qué está sucediendo?. Ya estabamos preocupados y le mandé un mensaje a mi esposa para que fuera a una tienda y comprara todos los gatorades que se encontrara. Fue hasta la milla 12 cuando estaba una camioneta repartiendo botellas de agua. Unos metros adelante una mesa de abastecimiento.

Llegamos a la distancia de medio maratón y ahi pude tomar un poco de gatorade. Estaba deshidratado y comenzaba a tener dolor de caballo. Como pude alcancé a Jeremy y Suann justo en la milla 14. Todavía traté de recuperme y en la milla 16.69 estaba mi esposa repartiendo gatorades que había comprado. Tomé un trago y sentí un dolor en mi estómago muy intenso. Vi como se alejaban Jeremy y Suann.

Todavía traté de hacer un esfuerzo por alcanzarlos, pero me fué imposible. Estaba totalmente deshidratado y enojado por lo que había pasado.

En el camino de regreso vi algunos puestos improvisados con gente repartiendo agua y en algunos pocos gatorade.

Como pude llegue a la meta con un mal sabor de boca. Para acabarla me dan mi medalla y le noté algo raro. Estaba chueca. Vi las de los demás y estaban igual. Tardé en darme cuenta, porque me dijo mi esposa que se trataba de una hebilla de cinturón. ¡Cáspita!, por no decir, que no ma...

Además de los premios a los ganadores se iban a rifar otros, inclusive $1000 dolares, así como otros premios no especificados para cada tipo de carrera: Medio maratón, 20 millas y maratón. Mi número de corredor fue el 78. Para mi piñata mala suerte el número 77 fue premiado tanto en el medio maratón y maratón completo, dos veces. ¡Eso es estar salado!

Aún así al final me divertí y fué otro logro. Lo bueno fue la comida. Es digno de comentarlo. Esas fajitas de pollo estuvieron deliciosas. Hubo también hotdogs y pasta. Además de Naranjas, platanos, donas, etc.

Mi esposa ya me esperaba con el ya tradicional y necesario chocolate caliente.

Ultra runner Jeremy Day


¿Lo correría otra vez? Si, abuelita de batman, ¿por qué no?

La Marmota

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