lunes, enero 10, 2011

Mi siguiente ultra

Este mes va a estar de locos. Comienzo un nuevo proyecto en mi trabajo y los siguientes fines de semana de Enero voy a estar tomando los cursos de certificación requiridos para el proceso de adopción. No sé aún como voy a poner continuar con mi entrenamiento para mi siguiente ultra maratón: Cowntown 50Km.

Durante mi viaje a México se perdió un viejo amigo: Mi reloj Garmin Forerunner 405. Estoy seguro que lo llevaba puesto y mi costumbre es meter mi cartera, mi cinturón y reloj en la bagpack antes de pasar por la seguridad del aeropuerto. Estoy seguro que así lo hice, pero como en esta ocasión llevaba cargando al gordo de Lucas, su mochila y mi laptop, ya no supe que pasó con mi reloj. Al llegar a México encontré todo menos mi reloj. Fué un misterio lo que sucedió y la verdad lo heché de menos durante mis entrenamientos allá y la carrera 10K. Me hubiera gustado usarlo.

Tenía la esperanza que lo hubiera confundido con mi reloj de natación. Ese también lo llevaba. Esperaba que el Garmin me estuviera esperando de regreso en casa, pero no. Se fué para nunca mas volver.

Pasaron varios días hasta que de plano lo di por perdido, esperaba que los Reyes Vagos se apiadaran de mí y me lo regresaran o que una noche el reloj tocara la puerta y me lo encontrara al abrir, todo mojado y mugroso pero con el orgullo de haber regresado. Ni uno ni el otro.

Una vez dada santa sepultura en ausencia me dediqué a buscar su reemplazo. Me enteré que Nike se había asociado con TomTom para sacar un reloj con gps compatible con Nike+, pero al verlo me pareció una versión China barata. Un tipo de reloj chafa con unos numerotes que parecen mentadas de madre. No me gusto ni interesó en lo mas mínimo. Así fué cuando me enteré que había una versión mas nueva del Garmin Forerunner, el 410. Decidí que el sábado no iba a ir a entrenar en protesta por no tener mi reloj.

El sábado me desperté y en caliente pensé: ¡Lo quiero Hoy! ¡Hoy! ¡Hoy!. Lo de caliente no tiene ninguna conotación. El problema fué encontrar el méndigo reloj. En todas las tiendas estaba agotado. Afortunadamente en REI quedaba uno solo y me fuí a comprarlo en chinga loca.

Me dije, ahora si voy a entrenar mañana pero, ¡Oh sorpresa!. Nieve. ¡Me lleva!. No es que le tuviera miedo a la nieve, de hecho he corrido en esas condiciones, lo que sucede es que toda la noche había llovido, al bajar la temperatura esa agua se convirtió en hielo como una gran pista de patinaje. ¡Sopas! No pude salir en todo el día. No quize arriesgarme a darme un sapotazo.

Hoy comencé mi entrenamiento formal rumbo a mi ultra maratón que es el 27 de febrero. Todavía está muy lejos y mi huesito de correr quiere competir en una carrera mas carcana. Estoy viendo. Estuve pensando correr el maratón de Austin otra vez, pero es el 20 de febrero, una semana antes del ultra.

También hay un medio maratón el 29 de enero, pero está en conflicto con mis clases.

¿Qué hacer, qué hacer....?

La Marmota

1 comentario:

Isabel N dijo...

Hola Sergio, que mal por lo de tu garmin perdido, que bueno porque estrenaste otro jeje. Yo también apenas estoy como que retomando mis entrenamientos, cumplí mi reto de correr 21 km justo el primer día del año, me sentí muy bien y voy por un maratón.

Que este año sea de más éxitos que el pasado, te deseo mucha salud y muuuuchos kilómetros.