Todo comenzó con un día como cualquier otro...
Pero ese 19 de abril de 1995 la vida se interrumpió para 168 personas, incluyendo 19 pequeños que murieron a consecuencia del mayor ataque terrorista en los Estados Unidos antes del 11 de septiembre.
Este maratón se organiza para honrar la memoria de las personas que murieron ese día.
El sábado me desperté a las 6 AM con la idea de salir lo mas pronto posible y evitar el tráfico de la carretera. Para mi sorpresa estabamos saliendo poco después de las 7 AM rumbo a Oklahoma City. Oklahoma es el estado que sigue al norte de Texas. El camino estuvo bien y no encontramos nada de tráfico. La división de los estados está marcada por un río conocido como el "Red River". Al cruzar un puente uno llega al estado de Oklahoma, pero todavía hay que manejar un rato mas hasta llegar a la capital, Oklahoma City. Lo primero que uno se encuentra saliendo de Texas es un gran casino. En Texas no están permitidas las apuestas y mucha gente viaja ahí o Lousiana para perder su dinero. Lo simpático es que en sentido contrario, saliendo de Oklahoma y entrando a Texas lo primero que hay es una MEGA tienda de películas XXX. Se manchan.
El camino estuvo bien. Había algunas zonas en construcción y que reducían a un solo carril, pero al no haber tráfico llegamos antes de la hora que esperaba. Estabamos en la puerta de nuestro hotel a las 10:30 AM. El único incoveniente fué Lucas. El pobre se venía descomponiendo en el camino y nos perfumó todo el trayecto. Se mancha.
Al llegar mi esposa me comentó "que bueno que ya llegamos, no estuvo muy lejos". ¡Así hasta yo!, mi copiloto se durmió casí todo el camino. Se mancha.
Cuando llegamos al hotel todavía estaban limpiando las habitaciones y tuvimos que ir a recoger mi paquete de corredor, pero así estuvo mejor. En la expo no había muchas personas y pude recoger mi número en menos de 5 minutos. El paquete no fué nada expectacular: Número, chip y una camiseta conmemorativa de algodón. No espero que me regalen muchas cosas pero al menos hubiera sido una camiseta técnica.
No me entretuve mucho en la expo porque mi esposa se había quedado en el auto cuidando a Lucas y Frida. Regresamos al hotel y afortunadamente ya tenían una habitación disponible.
De ahí nos fuimos a comer, siempre tengo el mismo ritual, voy a comer a Olive Garden o Macaroni Grill. Ambos son restaurantes de cadena que puedo encontrar casi en cualquier lugar. Ya sé lo que voy a pedir y no experimento mucho antes de una carrera.
Después de comer nos fuimos al sitio en donde fué el ataque terrorista que ahora es un espacio escultórico y museo. Lo que mas me impresionó fue escuchar la grabación original de una presentación que se estaba dando en el momento exacto que ocurrió el bombazo. Me hizo un nudo en la garganta pensar en los bebés que murieron mientras estaban en una guardería. ¿Ellos que culpa tenían de las estupideces de los adultos?. El testigo mudo de los hechos es un árbol que sobrevivió a la explosión. El mismo que aparece en la medalla.
Al salir del museo nos fuimos a descansar. La carrera estaba programada para iniciar a las 6:30 AM aunque hubo gente que pudo iniciarla de haber querido, a las 4:30 AM. Antes de dormir me comí unas rebanadas de pizza que encargamos. Esto también es parte de mi ritual. Estaba confiado que iba a haber un clima excelente para correr. En la semana los pronósticos eran de temperaturas entre 6 oC a 11 oC con 30% probabilidades de lluvia. Esa mañana el porcentaje subió a 50% y para la noche antes de dormir era de 60%. ¡No puede ser!
Hice dos elecciones buenas y dos malas en la ropa que usé para la carrera y marcaron la diferencia: Las malas 1) Se me ocurrió usar mis lentes de sol, ¿cuál pinche sol?. Es una costumbre que tengo que quitarme. Ahi verán a un tipo, yo, en plena oscuridad de mucho lente oscuro. La verdad es que sin ellos no veo nada. Tienen mi aumento y sin lentes estoy mas ciego que un topo. Además, tienen un tratamiento que hace que vea las cosas mas brillantes inclusive en oscuridad. y 2) Usar una camiseta PATAGONIA especial para correr en clima cálido. Una igual pienso usar para el Ultramaratón de los cañones, pero aquí ¿Cuál pinche calor?. Las buenas: 1) Usé unos shorts PATAGONIA Ultra. Por mucho son los mejores que he usado. y 2) A última hora decidí ponerme una chamarra ultraligera impermeable.
Tan pronto salimos del hotel ya estaba lloviendo y hacía viento frío. Me puse una bolsa de plástico gruesa de basura para cubrirme. El tráfico estaba pesado, me bajé del auto lo más cerca que pude y comencé a caminar en medio de la lluvia mientras mi esposa buscaba estacionarse.
Unas cuadras antes de llegar venían varios corredores en sentido contrario diciendo: "La carrera se pospone media hora". Encontré la entrada de un edificio y me pegué a la puerta para cubrirme de la lluvia. Un grupo de corredoras llegaron al mismo lugar, una de ellas comenzó a invadir mi espacio de comfort. ¡Hágase ´pa alla, que no ve que el niño está dormido!.
Afortunadamente mi esposa llegó con mi chamarra. Lucas y Frida venían en su carreola que fué cubierta también con una bolsa para que no les entrara el agua.
Llegó la hora de acercame a la salida. Me encontré una fila de baños casi vacía. La espera fue de menos de 5 minutos. Estuve buscando en dónde estaba la paquetería. Aunque seguía lloviendo estaba cuidando de no pisar charcos grandes cuando de repente ¡Madres!, mi pié se metió en un charco que cubrió todo el tenis.
Encontré sin problemas mi corral. Para ese entonces ya había parado de llover. El inicio de la carrera y las primeras 18 millas estuvieron increíbles. A excepción de una parada obligatoria antes de la milla 2. Ahí perdí como 5 minutos. ¡Madres!
Antes de salir
Después de la milla 18 comenzaron nuevamente los relámpagos y la lluvia. Esta fué la parte mas difícil del camino porque es una pendiente prolongada de la milla 21.5 a la 24. Ahi si las sufrí porque fueron bajo la lluvia. Ahora que recuerdo, para subirla estuve moviendo exageradamente los brazos para darme mas impulso, cosa que me los dejó adoloridos hasta el siguiente día.
Algo que me llamó la atención fué el entusiasmo de los voluntarios. Nunca nos dejaron solos ni desatendieron los puestos de abastecimiento, cruceros y tiendas de primeros auxilios. Siempre estuvieron con una sonrisa. Se ve que la que comunidad apoya al 100 esta carrera. Los conductores se mostraron amables sin hechar pestes por los cortes de circulación.
En los últimos 5 km me sentí miserable. Cuando por fin decidí que era momento de terminar con la carrera siento que de arriba de me enviaron un mensaje. En mis últimas carreras me estuve quejando del calor y alta humedad. ¡Me enojaba por mi mala suerte!. La última milla es de bajada. Sentí una pequeña contractura pero paso en unos segundos. De repente comenzó a llover y granizar. ¡Me entró un ataque de risa!. Crucé la meta sientiéndome la persona mas feliz del mundo. Nunca me había pasado correr bajo el granizo.
Llegando a la meta
Al llegar me hidraté inmediatamente y en una tienda había un buffete de carbohidratos, lo mejor que he visto en cualquier maratón. Para coronar el evento, uno de los organizadores fueron las hamburguesas Carl´s que estaba ofreciendo a los corredores que llegaban una de ellas. ¡Ha sido la hamburguesa mas rica que he comido en mi vida!. No debió haber tenido nada de especial, pero comer una hamburguesa inmediatamente después de haber corrido 42 km hizo que mi cuerpo, hasta el último poro de mí se sintiera feliz. No tuve necesidad de comer otra.
Mapa de altimetría
El orgasmo alimenticio me duró muy poco. Solo pude recoger mi camiseta de finisher y recoger el paquete que había dejado encargado. Ya no me pude mover. El viento estaba helado y estaba perdiendo temperatura corporal muy rápido. Comencé a temblar sin control. Me puse la camiseta de finisher para guardar algo de temperatura, pero toda mi ropa estaba mojada. Llegué a una tienda en donde daban los resultados. Quería hacer una llamada para ver en donde estaba mi esposa pero mis dedos estaban entumidos y no podía ni desbloquear el teléfono. Estaba hipotérmico y a punto de desmayarme. Como pude marqué a mi esposa. Afortunamente encontró un lugar cercano a donde pudo alcanzarme. Seguía lloviendo. Paso a pasito y temblando llegamos al auto. Me pude cambiar de ropa y con el calor del aire acondicionado recobré un poco de energía.
De regreso paramos a comprar algo de comida y me dormí como 1 hora. Mi esposa estaba muy cansada también y tuve que manejar el resto de camino. Nos tocó ver un accidente muy feo que había pasado unos segundos antes que llegaramos al punto. Todavía no llegaban los paramédicos y pudimos salir de la bola. Afortunadamente no se veían heridos pero los autos estaban atravesados en casi todos los carriles de la autopista. Gracias a Dios llegamos bien aunque muy cansados.
Definitivamente este va a ser un maratón para recordar. Estoy seguro que el próximo año estaré ahí nuevamente. Me la debe.
Mi llegada
La Marmota
Video oficial
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