miércoles, julio 20, 2011

2011 Ultramaratón de los cañones

Parte 1 de muchas

A mi esposa

Todas las palabras del mundo no me bastarían para describir todo lo que viví durante esta carrera. La belleza y a la vez dureza del cañón no puede ser captada en video o fotografía.

Lo logré y punto. No me importa haber llegado en último lugar. Ni siquiera me importa que mis datos no aparezcan en el corte de las 11:30 PM. Lo que experimenté en aquel lugar sagrado nadie me lo quita. La medalla pasa a segundo término. Fue muy duro y hubo momentos en los que sentí terror e inclusive estuve a punto de perder la vida (ver video) pero también hubo alergía y paz profunda.

El cañón te muestra lo peor de tu persona, pero a la vez hace que salga lo mejor que tenemos. Estoy seguro que algo muy grande me protegió. Por muchas horas recorrí el camino totalmente solo y había momentos en los que escuchaba murmullos detrás de mí y piedras que rodaban. Me alegraba porque sentía que venía otro corredor y tendría compañía, pero al voltear no había absolutamente nadie. Lejos de darme miedo me daba una paz el saber que alguien me seguía. Tal vez era una alucinación por el exceso de calor y las mas de 4 horas de no tener agua, pero lo que haya sido me ayudó y no me sentí solo.

Hay muchas razones por la que cada uno de los corredores eligió embarcarse a este reto, yo encontré la mía adentro de ese cañón.

Agradezco el haberme encontrado a dos corredores que nos acompañamos desde el ascenso hasta el final: Emmy y Alberto. No pude haber encontrado mejores personas para compartir aquellos momentos en plena oscuridad, lluvia y relámpagos.

Gracias a los organizadores y voluntarios. Muchos de ellos estuvieron todo el día sin comer. Entiendo lo complicado de la logística de una carrera de este tipo. Cualquier abastecimiento que logren bajar con burros será siempre insuficiente. La sed y el hambre abajo son simplemente insorportables.

Me quedo con esta gran experiencia y una profunda admiración por los Rarámuris. Lejos de verlos sólamente como grandes corredores de distancia, ahora sé que es gente buena y noble. Para ellos, mis respetos.

A Dios, GRACIAS!

Continuará...

Con Emmy en la meta

Alberto con su mamá


Uno de los momentos de mas terror en mi vida, punto.


La Marmota

2 comentarios:

Adrian dijo...

Felicidades, no cualquiera se anima a participar en un evento de esos, mis respetos!!! Saludos

Anónimo dijo...

Muchas felicidades Sergio!!! Vaya aventura! Me alegro de que hayas ganado mucho aprendizaje y crecimiento personal de esta experiencia. Es lo que tiene el sacrificio, que puede ser un muy buen consejero.
¡¡Te mando muchos saludos y un muy fuerte abrazo!! ¡Felicidades!, ¡lo lograste!
Gracias por compartir la experiencia!
Frank