martes, febrero 07, 2012

21012 Houston Marathon - Parte 2


El día del maratón me desperté a las 5 AM. Me cambié la cinta Kinesio para proteger el flexor de la cadera. Afortunadamente no me dolía. Afuera estaba haciendo algo de frío pero me ayudó mucho la sudedera de medio uso que había comprado la noche anterior.

No tuvimos problemas para llegar al centro de convenciones que donde los corredores se preparan. Me bajé del auto mientras mi esposa regresaba al hotel. Al llegar encontré una fila de baños vacíos y pasé sin demoras. Entré al centro y estaba aún muy vacío. Sería poco antes de las 6 AM.

Me fuí a un rincón y me acosté en el sueño. Puse mi bolsa de corredor como almohada. Estaba descansando muy rico cuando un grupo musical comenzó a hacer una escandalera y las bocinas estaban dirigidas a donde estaba yo. Que pinche escandalo!



Lo único malo fué que dentro del centro no estaban abiertos los baños. Tuve tiempo para desayunar. Compré unas bolsas con porciones individuales de crema de cacahuate muy buenas. También me tomé un Gatorade.


Llegó el momento dejar mi bolsa en la paquetería. Ví que a algunos corredores los estaban pesando y les ponían un sticker en su bib. No quise investigar aunque al final me enteré para qué era.



Al salir del centro ya me urgía volver a visitar los baños. Me formé en una línea. Estaba esperando mi turno cuando ¡Madres! Junto de mi un corredor azotó como res. Se dió un buen golpe. Lo ayudé a levantase y le pregunté si estaba bien. De la pena me dijo que sí y se fué rapidamente. Minutos después otra persona se volvió a tropezar en el mismo lugar pero no se alcanzó a caer. ¡Me lleva!.

Después de pasar al baño me dirigí a mi corral. En este maratón hay dos corrales, el corral A y el abierto. A mi me tocó en el corral abierto. Iba camiando hacia allá cuando me encontré al pacer de 4:15 horas. Me le pegué.

No pasó mucho tiempo antes de comenzaramos a movernos. ¡Había comenzado la carrera!



Tan pronto comenzamos la carrera volví a sentir esa presión horrorosa que avisa que hay que visitar el baño ¿Otra vez?. ¡Me lleva!

En la milla 2 mas o menos hice la parada ténica obligatoria y afortunadamente no hubo nada de gente. El clima estaba perfecto y me sentía muy bien. Me dió tiempo de alcanzar al pacer de las 4:15 y pasarlo.

El maratón es muy plano, los corredores de medio maratón se separan en la milla 9.


En la milla 14 pasamos junto al hotel en donde estaba hospedado y ahí vi a mi esposa y a mis gordos. Tuve la oportunidad de comerme media dona y darle un trago a una Coca Cola.


La única parte en donde se encuentra una subida de consideración es precisamente después de ese punto. Es un puente que tiene una inclinación considerable.



No recuerdo en que milla sería pero de repente comencé a ver muchas patrullas cortando circulación. Eso es común en los maratones grandes, pero en este caso era diferente. Los policias estaban mas atentos que de costumbre.

Llegamos cerca de una iglesia y vi un señor sentado en una silla de ruedas saludando a los corredores. A su lado había muchas personas vestidas de traje. Lo ví de lejos y dije ¡Que padre que ese señor nos esta apoyando! Mi sorpresa fue cuando pasé junto de él y me di cuenta quién era: El Ex Presidente George Bush padre. ¿Te cae? Me regresé y tomé esta fotografía aunque no me atreví a acercame mucho.


Escuche un agente del Servicio Secreto que me gritó ¡Go Sergio Go!. No sé si me estaba animando o de plano me estaba diciendo, ¡Circulando, circulando!. No me quedé para averiguarlo.

Algo pasó a eso de las 10 AM. Las nubes de disiparon y el sol comenzó a pegar de sopetón. ¡Madres!.

En la milla 23 hay una pequeña subida. Nada del otro mundo pero la verdad ya me molestaba el sol. Eso me alentó mucho.



Adelante me encontré un perro que me recordó mucho a mi gordo Lucas. La gente estaba apoyándonos animadamente y yo me estaba divirtiendo mucho.



En las dos últimas millas tenía mucho calor. No me sentía cansado pero si muy caliente, pero en el mal plan. Aún así me estaba entreteniendo con la gente y su apoyo.



Sentí al pacer de las 4:30 a mi espalda y pensé ¡Ay wey!. Nunca vi a que hora me pasó el pacer de las 4:15 pero no estaba dispuesto a que otro grupo me pasara así que me volví a aplicar.

Entrando al Downtown saqué mi bandera de México y me la colgué. Hubo una pancarta que decía "Beast Mode ON" y comencé a correr a un ritmo mas rápido.




Me dieron mi medalla, la del 40 aniversario y volví a entrar al centro de convenciones. Al entrar revisaban tu bib y supe para qué estaban tomando el peso de los carredores. Era para un estudio. A los que tenían el sticker los volvían a pesar justo después de terminar el maratón. Será interesante ver el resultado del estudio.


Pasé por mi bolsa a la paquetería. Afortunadamente llevaba bebida de proteinas que me reanimó. Lo único que me sorprendió fue que de comida solo me tocó un plátano, agua y una sandwich de helado de vainilla.

Recibí también una camiseta de finisher y un tarro de cerveza grabado con el logotipo del maratón.


Mi esposa no pudo entrar al centro de convenciones porque llevaba a mis gorditos. Me los encontré en el mismo lugar en donde un día antes estuve viendo los Marathon Olympic trials.







Este maratón se convirtió en uno de mis preferidos de Texas. Siento que los maratones de Dallas y Fort Worth cometieron un error en sacar las salidas y llegadas de los Downtowns.

Espero poder correrlo nuevamente el próximo año. La inscripción garantizada es para quienes hayan corrido al menos un maratón en menos de 4 horas. También se puede entrar por lotería u organización de caridad. Al menos en esta lotería no te cobran como en la de NY.

El apoyo de la gente y los voluntarios es excelente. Un hermoso maratón y le doy gracias a Dios haberme permitido vivirlo.

Esta es la historia de mi maratón #25.

La Marmota

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