En la noche anterior maratón mi cuñada me comentó que tenía un amigo que iba a correr su primer maratón y que quería que lo acompañara. ¡Ay wey!. No lo había planeado así porque sé que en la Ciudad de México debo llevarmela muy tranquila por la altura. No sabía que tan rápido era su amigo ni el tiempo en el que llevaba planeado terminar. De cualquier forma acepté aunque sabía que era una gran responsabilidad.
Después de bañarme lo primero que hago antes de vestirme es ponerme unos curistas (Band-Aids) en los pezones para eso de las dolorosas rozaduras. Después de esto me pongo vaselina en las "zonas críticas" y me visto. Esta vez lo hice al revés. Me puse la vaselina y luego con las manos engrasadas toqué los curitas y me los pegué. ¡Madres! ¡Madres! ¡Madres!
Salimos a las 6 AM porque ya nos estaba esperando Eduardo, el amigo de mi cuñada. Yo salí con una bolsa de basura y con una buff porque pensé que estaba haciendo mucho frio, pero era al contrario. Sentí algo de calor y me las quité.
Después de pasar al baño nos pudimos colar en el corral de adelante. Me gusta ver la salida de las mujeres.
Algo que me gustó en esta ocasión es que por fin se entonó el Himno Nacional antes de la salida de las mujeres. A diferencia del año pasado ahora no hubieron empujones cuando avanzamos a la salida. A los Elites los separaron y los pusieron adelante de la pantalla.
En realidad no hubo una selección precisa para decidir quiénes eran elite y los demás. Lo que me pude dar cuenta es que dejaron pasar a los que estaban justo enfrente y nos volvieron a dividir con un cordón. Lo que quedaron adelante del cordón se fueron al área de elites.
Mientras eso sucedía mi esposa y cuñada habían podido colarse al area de periodistas, tomaron algunas fotografías y les dijeron que con la pena pero tenían que circular. Les hubiera dado una acreditación como enviadas de "La weba de la Marmota" que es un blog internacionamente desprestigiado.
Se regresaron a la habitación para tomar fotos desde la altura y me cuentan que hubo algo chistoso que pasó cuando salió el grupo de las mujeres. Resulta que del lado de la catedral pusieron un globo en forma de arco para que los corredores pasaran por debajo. Era una propaganda de la compañía Telefónica. Adelante del contingente venía un Turibus de dos pisos con periodistas e invitados especiales.
A nadie se le ocurrió que el turibus era mas alto que el arco y el autobus se quedó atorado. Los que iban arriba tuvieron que tirarse al piso del camión para que el globo no los golpeara o tirara.
Estoy seguro que se pudieron tomar fotografias muy bonitas desde el balcón al inicio de la carrera pero dos cosas lo evitaron. La primera es que los fuegos artificiales inundaron todo el lugar de humo. ¿Para los corredores? La segunda es que mi esposa aún no le agarra a la configuración de la cámara. En fin, para otra vez será.
Cuando pasé junto a los fuegos artificiales sentí que estaban muy cerca. No los debería poner tan pegados a la ruta de los corredores.
Al salir de zócalo escuché que me gritaban, era mi amiga de Guatemala, Ceci, que ya estaba preparándose para correr el medio maratón. Iba tan emocionado que no se me ocurrió voltear al balcón en donde estaba mi esposa y cuñada viéndonos.
Eduardo y yo comenzamos corriendo mas rápido de lo que teníamos planeado. Según tenía contemplado, ibamos a ver a mi porra en varios puntos. Por enésima vez me volví a confiar y no llevé suficientes GUs para no estar cargando. Al entrar por primera vez a Reforma esperaba verlas pero no fué así. Eduardo tuvo la oportunidad de ver a su familia que estaban en la salida del medio maratón. Su hijo iba a correr esa carrera.
Al salir de esa área vi una camiseta conocida. ¡Era mi amiga @Cexi14!. Tenía puesta la camiseta que le había diseñado. De pasada nos saludamos. Ella tambien estaba prepándose para comenzar el medio maratón.
La ruta del maratón y este año fue la misma aunque por alguna razón sentí que hubo cambios en el área de Chapultepec, pero no fue así. Esto me confundió en un principio porque recordé la ruta del 2010 en la que entramos a Chapultepec a un costado del auditorio Nacional.
Al salir de Polanco y entrar de nuevo a Reforma ví por primera vez a mi esposa y cuñada. Mucho tiempo después al que había planeado. Sentía algo de calor y sudaba mucho aunque todavía me sentía bien.
Cuando nos despedimos mi esposa me dijo que nos iba a volver a ver a salir sobre reforma. Me confié y no le pedí que me diera un GU. ¡Grave error!
Al salir de Chapultepec pasamos por debajo de un paso a desnivel muy largo. Esta es una de las partes que mas me gustan del maratón. Lo unico es que pasamos por debajo de Reforma. Mi esposa estaba arriba del puente. ¿Y mi GU?
Entramos a la zona de la Condesa ahi comencé a sentir una molestia en el área de los pezones. En esta foto se puede ver que ya iba con los desgraciados pezones sangrantes. ¡Madres! ¡Madres! ¡Madres!
Resulta que los malditos curitas (Band Aids) se despegaron por haberlos puesto con las manos engrasadas de vaselina. No sé si les ha pasado pero una rozadura así duele mucho. Tuve que concentrarme para comenzar la parte mas difícil de todo el recorrido: Subir Revolución.
Avenida Revolución no es una pendiente pronunciada pero si muy larga. Me costó mucho trabajo llegar a Mixcoac aunque sabía que era muy seguro ver a mi esposa y cuñada por ese rumbo. En caso que no fuera así, mi familia me estaría esperando enfrente del Charco de las Ranas.
Así fue, mi esposa y cuñada estaban esperándonos en Mixcoac, fue un alivio. Las saludamos rápido y me avisaron que de plano ya se iban a regresar al Centro. Es imposible seguir a un corredor a partir de ahi porque no hay transporte sobre Insurgentes. Llegar al metro Insurgentes implica varios transbordos a otras lineas.
Un poco mas adelante me encontré a mi familia. Estaba mi papá, mi tía, varios de mis hermanos y mi sobrina. Los saludé rápido. Me dió mucho gusto. Iba tan emocionado y cansado que no tomé ninguna fotografía. También estaban dos tios de mi esposa que viven por ahí y se tomaron la cortesía de salir a apoyarme. Me dio mucho gusto.
Seguimos por Insurgentes y el dolor en los pezones se incrementó. Me desconcentraba totalmente. No era posible pegar otro curita (Band-Aid) porque iba todo sudoroso.
Pasando el WTC no pude mas y entré a un Oxxo o 7-Eleven para ver si tenía curitas. No encontré. Eduardo me esperaba metros adelante. El iba muy bien. Me compré una Cocacola. La altura me estaba pegando también.
Le dije a Eduardo que se adelantara porque iba a buen paso y no quería seguir deteniendolo. Me dio gusto verlo como se iba alejando rumbo a completar su primer maratón.
Comencé a caminar pero metros adelante escuché una voz conocida que me dijo "Ahi viene la Barredora". ¡Era Luz!. Estaba corriendo mas de 100 kms para apoyar a la Asociación de lucha contra el cáncer: Con Ganas de Vivir. Comencé a correr un rato mas.
Eso me reanimó un rato mas. Pasamos juntos la marca de los 35 kms.
El dolor se incrementó aún mas y tuve que dejarla ir. Se me ocurrió por un momento quitarme la camiseta para que me dejara de rozar pero la verdad me dió mucha pena. Para la otra, espero que no haya una vez mas, lo voy a hacer.
Al llegar al metro insurgentes me encontré a un grupo de limpieza que estaba muy animado echandonos porras.
Mis respetos a ellos porque son los que levantan todo el mugrero de cosas que tiramos los corredores durante la carrera.
Nuevamente en Reforma, antes de dar vuelta en Avenida Juárez encontré un puesto que vendía Banderas por motivo de las fiestas patrias. Tenía un billete de $200 pesos para imprevistos. Me detuve y pregunté cuánto costaban. La mas grande me la quería vender en $350 pesos. No me alcanzaba. Le pregunté por la siguiente mas chica. - 250 varitos mi jefe -. Le respondí: - Te doy $200, es todo lo que traigo -. Aceptó con un - sale, va -.
Entré a Avenida Juárez orgulloso de llevar la bandera. La iba ondeando y encontré apoyo de la gente. Enfrente del Palacio de las Bellas Artes me encontré a mi esposa y cuñada. Ya no las esperaba ver sino hasta la meta.
Ya para ese momento llevaba mis dos pezones sangrantes pero ya me valían madres aunque me dolían mucho.
Llegué a la recta final ondeando la bandera y sintiéndome muy orgulloso. Los amigos de Runners+ tenian una porra muy grande y me hicieron favor de tomarme varias fotografías.
Entré a la meta sintiéndome una versión corredora de Juan Escutia.
La verdad es que si me emocioné mucho y le di gracias a Dios por haberme permitido terminar mi maratón #31 a pesar del dolor.
Depués de recibí mi medalla me encontré a mis amigos de Guatemala.
Subí a mi habitación para bañarme e irnos a comer. Me enteré que Eduardo había terminado su primer maratón y con un buen tiempo a pesar de lo que tuvo que esperarme. Me dio mucho gusto.
Cuando me cayó el agua caliente al cuerpo e hizo contacto.... ¡Ay wey! Estuvo peor al remedio que la enfermedad.
Al salir de ahi me fui a comer un rico pozole y mi premio máximo fue un pay de elote.
He tenido la oportunidad de correr maratones en varios lugares pero el Maratón de la Ciudad de México sigue teniendo un lugar especial. Nada se compara con correr en el lugar que lo vio a uno nacer y crecer. Recorrer las calles y ver a las personas que uno quiere, compartir las calles con la gente que es como uno me hace muy feliz. Mientras Dios me siga dando fuerzas para correr, regresaré.
Amén.
La Marmota
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