martes, julio 23, 2013

2013 El Scorcho Sie7e


A mi sobrina Paola

Esta es una carrera que ya había participado antes. De hecho fue mi primer ultra maratón en el 2010 cuando participé en el Scorcho Cu4tro.

La carrera comienza a media noche el segundo sábado de julio. Se inicia esa hora porque de julio a septiembre son los meses mas calurosos en Texas. Aún así, la temperatura no baja de los 30 oC durante la noche y en el dia la temperatura llega  a ser mayor de 40 oC. La humedad durante estas fechas también es muy alta.

Hay dos distancias: 25 kms y el ultra de 50 kms y la carrera se realiza en el Trinity Park en Forth Worth, TX. La ruta consta de un circuito que mide 5 kms. Hay que dar 10 vueltas para completar el ultramaratón. Solamente la parte en donde está la salida/meta está bien iluminada. Lo demás hay partes en donde hay algunas lámparas y otras en donde está completamente oscuro, así que hay que llevar una lámpara para ver el camino. Además de la meta, a lo largo de la ruta hay dos puestos mas de abastecimiento separados en cada milla aproximadamente.
Cada vuelta son 5 kms - 10 vueltas para cubrir ultra
En la semana previa todo había estado perfecto. Me estaba hidratando y comiendo adecuadamente. Algo afortunado y que no se había visto en mucho tiempo: estaba lloviendo durante el dia. Llevo 13 años viviendo en Dallas y jamás había llovido en Julio. La temperatura era fresca. Estaba muy esperanzado que así siguiera para el dia de la carrera. Hubo gente que tiene viviendo aquí toda su vida que comentó que este clima no se daba desde los 80s.

Hidratación
Desafortunadamente las cosas cambiaron dos dias antes de la carrera, la temperatura comenzó a elevarse aunque la lluvia continuó dandose en algunas partes.

Clima inusual para estas fechas


La noche previa a la carrera


Algo que me hizo feliz era saber que mi sobrina-ahijada Paola estaría para esas fechas en mi casa. Ella vive en México y estaría aquí por algunas semanas aprovechando sus vacaciones escolares.


Paola
La mañana de la carrera desperté cansado. No dormí muy bien. Desayuné ligero y a medio día me fui a cargar carbohidratos. Mi error vino en la noche. Cené muy tarde, a las 8 PM y comí mucha pizza. Me fuí a recostar un rato pero no fue tiempo suficiente para hacer la digestión.

Comida
Pensé que tenía todo preparado pero no fue así. Me confié mucho. Cuando me puse mi nuevo Garmin estaba descargado. ¡Madres! Tuve que ponerme el viejito pero no sabía si la batería iba a ser suficiente.

Lo único que si me aseguré fue en cambiarle las pilas a mi lámpara de cabeza pero pensé que mi spot tendría baterías suficientes.

Salí de mi casa y a tres cuadras tuve que regresarme porque se me habían olvidado mis audífonos. Tenía mi hielera lista y ya me estaba yendo sin pasar a comprar hielos. ¡Me lleva!

Tomé camino y de repente me doy cuenta que estaba tomando la ruta mas larga hacia Fort Worth. ¡Me cachis!

Le metí pata al acelerador y llegué media hora antes de comenzar la carrera. Solo me dió tiempo de recoger mi número y chip y plantar el campamento base de mi equipo logístico.

Paola en la salida/meta del Scorcho
También me dió tiempo para pasar una vez a los baños portátiles antes que comenzara la carrera. Para colmo me quize prender mi spot y me dí cuenta que no tenía baterías. ¡Me lleva!

Parada técnica
Habia hecho una camiseta muy padre con vinyl reflectivo para brillara con las lámparas de los corredores. Ni pasó ni un kilómetro cuando todo me empapé de sudor. Me costaba muy trabajo respirar. La humedad estaba altísima y comencé a sentirme pesado por la cena.

Listos para la salida
Instalé mi base de operaciones con mi hielera antes de la salida/meta. Mi esperanza era llegar y tomar algo para la indigestión. Como en esa zona estaba muy oscuro mi idea era buscar a mi equipo logístico como referencia. Corri, corri y nunca los vi. Me pasé de largo y los ví pasando la meta tomando fotografías muy lejos del campamento base. Así me tuve que ir a mi segunda vuelta. ¡Me doy!

Sufriendo después de la 1ra vuelta
Hay algo que me choca de mis compañeros corredores: que corran sin camiseta. Yo solo lo he hecho en dos ocasiones, la primera precisamente en el Scorcho Cu4tro y la segunda en un medio maratón que lo corrí con una temperatura de 43 oC y una humedad de la fregada. No pude mas y tambíen me tuve que quitar la camiseta aquí. Veia a mis compañeros corredores chorreando de sudor y las piernas me comenzaron a pesar.

Para acabarla seguía teniando problemas digestivos y  por primera vez de todas las carreras en las que participado algo me sucedió. Vomité. En mi segunda vuelta pasé por el segundo puesto de abastecimiento y tomé algo de agua y Heed, una bebida isotónica. No tenía hielos y estaba caliente. De inmediato comencé a sentirme mareado y a tener nauseas. Estaba al lado del río Trinity y todo me comenzó a dar vueltas... Y comencé a cantar: ¡Oaxaca! ¡Oaxaca!. Va todo para afuera.

10K después tratando de recuperarme
Me asusté mucho y comencé a correr mas lento. Al llegar por fin encontré mi hielera y pude hidratarme. Abrí una cocacola bien fría y eso me asentó el estómago. También me tomé dos cápsulas de salt stick para reponer los electrolitos perdidos en el incidente. Puse hielos en una bandana y me la puse en el cuello.

Bajé mucho mi ritmo inicial. En la tercera vuelta comenzé a pensar que a lo mejor sería la primera carrera que tendría que abandonar. Pensé - con que llegue a las 5 vueltas y ya después Dios dirá -.


Poco a poco comenzé a recobrar mi ritmo y disfrutar la carrera. Pasé las 6 vueltas y comenzó a sonar mi teléfono. Eran mensajes de mi trabajo. Habían problemas. ¡No puede ser! Comencé a mandar correos electrónicos dando recomendaciones de que hacer. La premisa era que si no podían arreglarlo tendría que abandonar la carrera e irme a mi casa a trabajar. Por fortuna se encontró la falla y uno de mis compañeros se pudo hacer cargo. Así pasaron dos vueltas contestando correos electrónicos. Eso me ayudó también para distraerme porque para ese momento los corredores de 25 kms ya se habían ido y sus familias también. La ruta se volvió aún mas solitaria.

Así se veía el camino
En la vuelta 9 se cumple la distancia del maratón. Me comencé a sentir emocionado. Mi idea era que mi sobrina me acompañara la última vuelta pero cuando llegué aún no amanecía completamente, así es que me tuve que ir en la vuelta 10 solitario. Amaneció y  me pude dar cuenta que aún había una buena cantidad de corredores. De noche no se veían. También estaban llegando al parque la gente que entrena.

Ni idea que vuelta sería pero ya tenía sueño
Me emocioné mucho en esa última vuelta, paré en los puntos de abastecimiento para agradecerle a los voluntarios que estuvieron toda la noche ayudándonos.  También a los policías que daban vueltas por el circuito cuidandonos ya sea en bicicleta o carritos de golf.

Comienza a amanecer
Unos metros antes de llegar encontré a mi sobrina-ahijada Paola y le dije que me tomara de la mano para entrar juntos a la meta.



Aún me quedé un rato en lo que me recuperaba mientras echaba porras a los corredores que aún estaban llegando.


Esta es una carrera bien organizada y la recomiendo. Los voluntarios nos apoyaron mucho. Las inscripciones de la carrera se agotaron en 2 horas este año. Afortunadamente algunas personas no pudieron correrla y dejaron su lugar. Pude entrar porque me puse en lista de espera.

Ahora si la vi cerca y le agradezco a Dios el haberme ayudado a no rendirme. Después de recuperarme me fuí a mi casa a descansar. ¡Hasta la próxima!

La Marmota


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