miércoles, julio 17, 2013

Hace 14 años


En un día como hoy hace 14 años comencé una vida en un nuevo país. Llegué con 2 maletas, un inglés muy cortado, muchas ilusiones y una gran insertidumbre.  Ese día me convertí en inmigrante.

A mí me tocó el final de la burbuja del internet. En México tenía un buen trabajo y mucho futuro. Mi jefe era muy bueno, me enviaba a cursos en el extranjero. Mi posición económica conmenzaba a ser buena, pero un día sucedió algo inesperado: Me secuestraron.

Las Leyes en ese tiempo lo consideraron robo con violencia y tiempo después lo tipificaron como secuestro express. Sin embargo, el miedo de estar con una pistola en la cabeza por varias horas siendo paseado en un auto con los ojos cerrados y sacando dinero de cajeros automáticos, con la amenaza que algún día pudieran regresar es algo que he podido olvidar. Decidí, muy a mi pesar, que no era posible seguir viviendo en esas circunstancias, así que comencé a buscar trabajo en el extranjero.

Tuve algunas entrevistas de trabajo y finalmente tuve un ofrecimiento. Me iría a vivir a Minneapolis, MN.

A pesar de estar con todos mis tramites de la visa de trabajo, llenando documentos y tomando un curso intensivo de inglés aún no me lo tomaba en serio. No creía que en realidad fuera a pasar.

Aún recuerdo una tarde que había ido a un curso a San Luis, Missouri. Estabamos con un amigo de HP con el que ibamos viajado. Después del curso fuimos a Six Flags y nos estabamos divirtiendo. Aún no estaba muy difundido el correo electrónico, así que aproveché para llamarle a la persona que estaba llevando todo mi papeleo en la compañía que iba a contratar. Casi me vengo de cabeza cuando me dijo que me habían estado buscando toda la semana. Ya estaba autorizada mi visa y que en ese momento tendría que viajar a Minneapolis para buscar un lugar a donde vivir. ¡En la Madre!. ¡Era en serio!. Solo faltaban unos dias para que mi vida cambiara radicalmente.

Es difícil despedirse de los amigos, vender tu auto, cerrar tu casa, pero nada como despedirse de la familia. Lloré mucho.

Mi único consuelo fue que el mas grande amor de mi vida, mi Linucus, el perrito Yorkie de las tres patitas, pudo reunirse conmigo dos meses después.

En Minnesota conocí mucha gente muy buena que me ayudó. Me la pasé muy bien y tuve la oportunidad de experimentar la vida en un lugar con nieve. Aprendí mucho. Viví en Minnesota casi un año antes de moverme a Dallas.

Llegar a un lugar desconocido y comenzar otra vez de cero es muy duro, por eso comprendo a la gente que viene sin documentos. Ellos la tienen mucho mas difícil, por eso ahora que soy ciudadano de este país no me olvido de ellos cada que tengo oportunidad de votar.

Dios me dió la oportunidad de salir adelante a pesar de muchos obstaculos y hoy es un buen día para agradecerle por todo.

La Marmota

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