viernes, junio 10, 2011

Soledad

He comentado que mis entrenamientos y en general las carreras siempre las he hecho solo. En general soy una persona solitaria y no tengo muchas personas que en realidad considere como amigos. Cuando digo algo es por que lo siento.

A veces me gustaría entrenar con otras personas pero soy tan raro y mi sentido del humor tan ácido que no mucha gente lo entiende. No soy sólo así, todos mis hermanos tenemos el mismo un sentido del humor negro. Ahora sería muy difícil poder acostumbrarme a entrenar con alguien.

Esta semana alguien me preguntó que se siente estar en movimiento mas de 6 o 7 horas en pleno rayo del sol. No podrían entender por qué lo hago. Mi respuesta sigue siendo porque me gusta y sobre todo porque Dios me sigue permitiendo poder hacerlo.

La verdad si es difícil estar solo por muchas horas en esas circunstancias. Uno se debe de querer y sobretodo caerse bien. Después de varias horas por la cabeza pasan muchas ideas. Desde aquellas en las que te ríes de estar vivo hasta sentirte la persona mas triste y miserable del mundo.

En un maratón se habla de la pared en la milla 20. En la ultradistancia uno se enfrenta a varias paredes a lo largo del camino. Mientras las horas pasan y el cansancio te vence, es cada vez mas difícil vencerlas.

En las últimas dos semanas he hecho dos carreras largas de poco mas de 27 millas cada una bajo temperaturas alrededor de los 40 oC y con humedad moderadamente alta. Este fin de semana pienso incrementar la distancia a 36 millas. Lo cual será la mayor distancia que haya recorrido hasta la fecha. La carrera de Guachochi es de 39 millas mas o menos.

La razón por la cual voy a hacer tanto es porque estoy recorriendo el White Rock Lake el cual tiene como circuito aproximadamente 9 millas. Llegando a cierto punto, da lo mismo regresarse o terminar la vuelta. No hay forma de cortar. Yo pienso que debo de recorrer poco mas de 9 millas porque me voy por el camino de los trails, no por el pavimentado, pero para fines prácticos lo cierro a números redondos.

Yo no sé lo que haría sin los podcast que me mantienen la mente ocupada por horas. Además de la música. Pero es igual, después de cierto tiempo te aburren.

Ahi les platicaré como me fué mañana. Desénme suerte.

La Marmota

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