La Sinforosa, ahi te voy...
El fin de semana pasado entrené nuevamente 36 millas. Ahora sí con todo el equipo, comida y ropa con la que voy a participar en el Ultramaratón de los cañones.
No fué fácil. El calor y la humedad me complican mucho las cosas. Hice una pequeña trampa, no corté distancia, fueron 36 millas, pero me compré en el camino un tipo de raspado de refresco llamados slurpees. Son unas tremendas bombas de azúcar con hielo tipo frapé. En una situación normal no me atrevería a comprarlas. En el lado sur del lago hay un Seven Eleven que es parte de una gasolineria. Ahi los venden. Esa ventaja no la voy a tener durante la carrera. De cualquier forma no servían de mucho, tan pronto salía se derretían casi de inmediato.
Iniciando 1.5 millas
Me entretuve escuchando podcasts. Iba consumiento en promedio 110 a 220 calorias y me tomaba una cápsula de Saltstick para reponer electrolitos por hora. En general me sentí bien. En esta ocasión no me sentí mareado como la vez pasada. Incluso hice menos tiempo.
A la mitad de mi cuarta vuelta al lago sentí tremendas ampollas en ambos talones y en la planta del pie derecho. Eso me enseño que hay cosas que no estaba considerando en mi kit. Voy a incluir:
1. Una cinta del pato (duck tape) pequeña
2. Dos agujas esterilizadas
3. Un par de calcetines injinji adicionales
4. Un tubo pequeño de Neosporin
5. Unas toallitas con alcohol
Esa parte del recorrido no la disfruté porque al pisar me dolía mucho y el piso estaba muy caliente. Cada paso era una friega. En fin, cada día se aprende algo.
Una cosa curiosa fué que cuando llegué a las 5 AM estaban desviando los coches a una sección que regularmente esta cerrada porque iba a haber una carrera. Tuve que estacionarme ahí. Para cuando terminé de correr en la tarde ya habían cerrado las rejas! Tuve que subirme al pasto y hacer unas maniobras para poder salir. No me la vuelven a hacer.
Es imposible recrear todas las condiciones con las que me voy a enfrentar en Guachochi durante la carrera. No tengo un cañon aquí, pero me siento confiado en mi preparación.
No puedo negar que tengo mucho miedo al calor, perderme, humedad, lluvia, y la lista es larga, pero ahí está la importancia de esta carrera. Debo vencer mis temores y enfrentarme a mi mismo.
No me importa cuanto tiempo me tarde en terminar la carrera. De hecho estoy seguro que me detendré en muchos momentos para tomar fotografías y admirar la belleza del lugar. Me siento afortunado de poder ir. Sé que no iré solo. Me acompañará en el corazón mucha gente.
Sinforosa preciosa, tenemos una cita. ¡Arréglate!
La Marmota
jueves, julio 07, 2011
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