domingo, diciembre 31, 2000

2011 Austin Marathon - La noche anterior




Estoy en mi cuarto de hotel recordando el maratón de Austin de año pasado. En esa ocasión lo corrí lesionado de mi ITB. Lo sé, no fué muy inteligente de mi parte y no se lo recomiendo a nadie.

En el km 10 se me atravesó una persona y por tratar de esquivarla terminé besando el pavimento. Me puse tremendo madrazo que todavía me acuerdo. En la milla 17 vino el primer aviso de mi ITB que protestaba. El que ya le ha pasado sabe el dolor que se siente. Aún así seguí caminando y corriendo.

Millas mas adelante tuve la que yo creo ha sido la contractura muscular mas fuerte de mi vida. Tan fuerte que tuve que dejarme caer porque mis piernas no me sostenían. Una policía llegó a preguntarme si necesitaba ayuda. Tuve que mentir y le dije que solo me estaba estirando. De ahí en adelante caminé cojeando.

Cuando intentaba correr regresaba el dolor, pero muy agudo. Escuché risas de gente que veía caminar muy raro pero a mi me valía.

Así terminé el maratón con el peor tiempo de mis carreras. Algo pasó al final, volví a sentir la adrenalina y pude correr los últimos metros sin sentir dolor. Al final me sentí orgulloso de no haber dejado la carrera, aunque esa ha sido la vez en donde estuve mas cerca de hacerlo.

Esta vez es diferente, tengo una espina clavada, aunque esta es una carrera complicada estoy seguro que podría hacer un buen tiempo. No estoy lesionado, me siento bien y estoy descansado; pero no, tendré que correr lento porque la próxima semana tengo un ultra. No puedo correr a todo lo que puedo porque correría el riesgo de no terminar el ultra. Tengo solo una semana para descansar.

Esta bien, mi revancha contra Austin tendrá que esperar, por lo pronto mi meta es terminar la distancia sin importar lo que me tome. Austin, me la debes.

La Marmota