lunes, octubre 13, 2014

Corriendo riendo...


No falta quien piensa que ir tomando fotografías durante un maratón es faltarle al respeto a la carrera, un sacrilegio, algo que ameritaría llevarme a las masmorras para los corredores apestados.

Tan en serio me tomo el maratón y mi preparación, que eso me permite poder divertirme durante la carrera. ¿Que podría correr mas rápido? ¿Que podría preparame mejor? Si y si. Pero lo que hago es resultado de lo poco que he aprendido por mi cuenta. He tenido muchas fallas y he aprendido de ellas. Gracias a Dios me ha protegido de una lesión que me deje sin correr por mucho tiempo. Divertirme en una carrera, conocer gente y experimentar sensasiones para mí es mas importante que un número en un reloj.


Hace mucho dejé de compararme con otros corredores. No lo niego, yo también viví esa etapa. Tal vez es parte del proceso de maduración de un corredor, aunque hay algunos que no salen de ahí.

No le envidio nada a nadie y mis felicitaciones a otros corredores son reales y desde el fondo de mi corazón. Cada persona tiene una razón diferente para correr. Hay muchos que jamás correrán un maratón y eso no los hace menos o una categoría inferior. Vengo de un proceso de recuperación de obesidad y baja estima. Comencé a correr a los 38 años y me hubiera gustado haber conocido este estilo de vida en una etapa mas temprana. Fué un caso fortuito haber comenzado a correr, pude haber elegido otro deporte, como ciclismo o el tropo y balero. También fue una casualidad que la primer carrera a la que me inscribí fuera precisamente un maratón, a pesar de jamás haber ido a ninguna carrera de cualquier distancia ni siquiera como espectador. Ese primer maratón cambió mi vida. 

No pretendo ser el ejemplo de nadie. Me da mucho gusto que se den el tiempo de leerme y les agradezco de todo corazón. Tengo la gran bendición de tener una mujer que me apoya al mil por ciento en todas mis locuras y las comparte conmigo. Es mi esposa. A Dios y a ella son los únicos que les merezco explicaciones de mis tiempos. A nadie más. Sin su amor y compresión muchas de mis aventuras no serían posibles.



La semana pasada mi terapeuta me dijo algo que me tuve presente durante mi última carrera y he decidido vivir cada una de ellas como si fuera la última. No se refería a nada relacionado con correr pero también aplica. Me dijo, "Eres afortunado, disfruta mientas puedas, porque nada es eterno". Eso haré.



 Sergio