
El viernes fui a desayunar con mi amigo Fer y mi esposa. De ahi nos fuimos al Palacio de los Rebotes a recoger mi paquete del corredor. A la entrada había un filtro en donde te pedían tu comprobante de pago para dejarte entrar. Yo me inscribí por internet y llevaba en mi telefono el correo. Saqué una hoja en blanco y se la mostré a la persona encargada y así me dejó pasar. Una de dos, los nuevos comprobantes están hechos con tinta invisible o el encargado ni siquiera vió el papel.
El entrar al galerón lo primero que vi fué al Doctor Simi haciendo su clásico baile mamuco. Recogí mi paquete de corredor. Unicamente me pidieron mi número. No tuve que mostrar ninguna identificación. No había nada de gente. De ahi fuí a donde estaban probándose las camisetas del maratón: había dos colores, una para el maratón completo y otra para el medio. Aqui tampoco había nada de fila.
Fué en este lugar donde conocí personalmente a Araiz. Ahora trabaja para Runners World México y se encontraba en el stand de la revista. Pude tomarme una fotografía con ella.

Debo confesar que estuve a punto de no ir a la cena. Me hubiera arrepentido. Mi interés principal, aparte de conocer a mis nuevos amigos personalmente, era apoyar a la asociación Con Ganas de Vivir. Me apunté para vender mis kilómetros del maratón y así ayudar a personas de bajos recursos a cubrir gastos de operación de tumor cerebral y cáncer.
Ahi tuve oportunidad de conocer a gente muy amable y valiosa como Luz Elena Arriaga (@LuzdeAgosto) que corrió descalza el maratón para que sus kilómetros valieran el doble. ¡Mis respetos y admiración!

La platica durante al cena estuvo divertida. Me la pasé muy bien pero llegó el momento de despedirse para que la desvelada no estuviera muy pesada.
Continuará...
La Marmota
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